LAREDO, TX.- Ambientalistas del Centro Internacional de Estudios del Rio Grande (RGISC) advirtieron que si no llueve suficiente, en dos meses ya sólo habrá agua para uso municipal pero no para riego ni para industrias y para marzo del 2023 el líquido se agotará para todos.
El impactante pronóstico lo hicieron Martín Castro, Director de Ciencias de Cuenca del Rio Grande y Sheila Serna, Directora de Ciencias y Políticas Ambientales en RGISC.
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“La situación es muy preocupante, en mayo del 2018 las reservas de agua de las presas La Amistad y Falcón para uso en el lado americano era de 1.8 millones de acres pies y actualmente es de 776 mil acres pies, es decir, bajó más de un 50 por ciento en cuatro años”, dijo Castro.
Esta agua se distribuye por parte de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas entre uso municipal doméstico, de riego y para industrias.
Destacó que cada mes esta agencia estatal destina 225 mil acres pies de agua para los municipios y deja 75 mil de reserva.
“Basándonos en estas cifras solamente nos queda para dos meses y técnicamente el 1 de octubre sólo habría agua para uso doméstico pero no para riego ni mucho menos para las industrias porque se estima que la reserva será de apenas 400 mil acres pies”, precisó.
El día cero se acerca.
De continuar la sequía, advirtió, para el 1 de marzo del 2023 habrá apenas 200 mil acres píes de agua de reserva y para el 1 de abril solamente 100 mil en lo que se la llamado el Día Cero, es decir, el día que se acabará el agua para los cientos de miles de personas que dependen del Rio Grande.
Sheila Serna mencionó que el río Grande ha estado sometido a una fuerte presión desde hace años y la sequía ha sido tan intensa que ya sus niveles son muy bajos.
“Todo esto es consecuencia del cambio climático y es urgente iniciar desde ya la conservación obligatoria en la ciudad de Laredo, dejar de estar en la Fase 1 de conservación voluntaria para entrar a la Fase 2 o la 3 donde se obligue a ahorrar agua y se racione el líquido”, afirmó Serna.
Castro consideró que la situación ya es de emergencia pues solamente quedan 75 días de la temporada de lluvia y prácticamente no ha llovido nada.
Por su parte, el alcalde Pete Sáenz, visiblemente preocupado por la situación, dijo que en la siguiente junta de cabildo el 15 de agosto, se decidirá entrar en la Fase 2 o la 3 para la conservación de agua de manera obligatoria.
Plan de emergencia
Además, Sáenz participará en una junta virtual emergente este miércoles con alcaldes y jueces de condados desde La Presa la Amistad hasta Brownsville, donde se discutirá un plan de emergencia para buscar una alternativa de agua para las comunidades de la frontera.
El alcalde Sáenz estableció también contacto con un representante del Gobernador Greg Abbott para pedirle apoyo de recursos que ayuden a conseguir una alternativa de agua para uso municipal a mediano plazo.
“Necesitamos hacer algo ya porque podemos llegar al punto de no retorno y arrepentirnos por lo que no hicimos para ahorrar agua”, advirtió Castro.