La esperanza para terminar con los graves problemas de sequía en las presas internacionales La Amistad y Falcón es que llueva. Sin embargo, ya sólo quedan 70 días de la temporada de lluvias y el panorama es desolador.
Necesitamos un huracán o una tormenta tropical que impacte en esta región y llene las presas, estamos preocupados porque ha llovido muy poco y muy por debajo del promedio regular que se registra cada año.
Te podría interesar
Dijo Martín Castro, director de Ciencias de la Cuenca en el Centro Internacional de Estudios del Río Grande (RGISC)
Mencionó que la temporada de lluvias termina en octubre y hay una esperanza que llueva suficiente para subir la capacidad de las presas, que por ahora lucen muy bajas en la peor sequía registrada en esta región en los últimos 20 años. La presa La Amistad está a un 22 por ciento de su capacidad, mientras la Falcón apenas rebasa el 10 por ciento. Castro indicó que si la madre naturaleza no trae lluvias suficientes, en dos meses sólo habrá agua para uso municipal y para marzo del 2023 será el Día Cero, porque se agotará.
La situación es muy preocupante, en mayo del 2018 las reservas de agua de las presas La Amistad y Falcón para uso en el lado americano era de 1.8 millones de acres pies y actualmente es de 776 mil acres pies, es decir, bajó más de un 50 por ciento en cuatro años
dijo Castro.
Sheila Serna, directora del Centro de Ciencias Ambientales en RGISC, comentó que el río Grande ha estado sometido a una fuerte presión desde hace años y la sequía ha sido tan intensa que ya sus niveles son muy bajos.
“Todo esto es consecuencia del cambio climático y es urgente iniciar desde ya la conservación obligatoria en la ciudad de Laredo, dejar de estar en la Fase 1 de conservación voluntaria para entrar a la Fase 2 o la 3 donde se obligue a ahorrar agua y se racione el líquido”, afirmó Serna. El gobierno municipal sesionará el lunes y uno de los temas en la agenda es subir de Fase 1 a Fase 2 o tal vez la 3, y de esta manera obligar a los residentes a ahorrar agua e inclusive multar a quienes violen la ordenanza