El gobernador Greg Abbott hace oídos sordos a la propuesta de realizar una sesión legislativa especial antes de comenzar las clases en agosto, para revisar propuestas y mejorar la seguridad escolar.
A raíz de la balacera en la primaria Robb de Uvalde, Texas, el 24 de mayo, en la que un joven gatillero mató a 19 niños y a dos maestras, legisladores estatales demócratas pidieron al gobernador Abbott convocar a una sesión legislativa de emergencia para considerar una variedad de restricciones de armas y medidas de seguridad.
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“La idea es tener una sesión especial antes que se abran las puertas de las escuelas en agosto, pero el gobernador no ha respondido”, dijo el diputado estatal Richard Peña Raymond.
Agregó que el caucus demócrata del Senado de Texas, entregó una carta al gobernador Abbott para hacerle la petición formal, pero hasta ahora la ha ignorado.
“Es un tema que no puede esperar más, necesitamos hacer algo antes que se abran las puertas de las escuelas en el verano, la seguridad de los niños debe estar por encima de cualquier interés político”, afirmó Peña Raymond.
Dentro de las propuestas para nuevas leyes, los demócratas piden elevar la edad mínima para comprar armas de fuego de 18 a 21 años.
El pistolero de Uvalde tenía 18 años y había comprado dos rifles estilo AR que usó en el ataque.
El caucus demócrata considera también necesario verificaciones de antecedentes universales para todas las ventas de armas de fuego, leyes de “bandera roja” que permitan a un juez retirar temporalmente las armas de fuego de las personas que se consideran una amenaza inminente para ellos mismos o para otros, un “periodo de reflexión” para la compra de un arma de fuego y la normativa sobre cargadores de gran capacidad para los ciudadanos.
Peña Raymond consideró poco probable que tales leyes ganen fuerza en la Legislatura controlada por los republicanos, que tiene un historial de favorecer la legislación que relaja las restricciones de armas.
Resaltó que sólo el gobernador tiene el poder de convocar a los legisladores a una sesión especial para trabajos de emergencia.
Desde la masacre en la primaria Robb, los comentarios del gobernador sobre posibles soluciones se han centrado en aumentar los servicios de salud mental, en lugar de restringir el acceso a las armas de fuego.
“Necesitamos leyes de seguridad de armas basadas en evidencia y de sentido común. Sin duda, si al menos algunas de las medidas mencionadas anteriormente se hubieran aprobado desde el 2018, se podrían haber salvado muchas vidas”, escribió el caucus. Después del tiroteo en la escuela de Santa Fe en el 2018, Abbott emitió una variedad de recomendaciones para abordar la seguridad escolar, incluido un llamado a la Legislatura para considerar una ley de “bandera roja”.
En ese momento, el gobernador afirmó en su plan para mejorar la seguridad escolar, que órdenes de protección similares que restringían la posesión de armas podrían haber evitado los tiroteos masivos en Sutherland Springs, al sureste de San Antonio, y Parkland, Florida.
Pero el vicegobernador Dan Patrick y los activistas por el derecho a portar armas, retrocedieron y la propuesta murió.
Al final de la sesión legislativa del 2019, Abbott firmó un paquete de medidas de seguridad escolar que se centró principalmente en expandir los recursos de salud mental y “reforzar los edificios escolares”.
Amplió la cantidad de personal escolar que podría tener un arma de fuego en los terrenos escolares.