La masacre de niños en la primaria Robb, de Uvalde, Texas, donde murieron 19 menores y dos adultos, ha puesto de nuevo en la mesa de discusiones el tema de la seguridad escolar y del control de armas de fuego.
Aunque las autoridades escolares en Laredo aseguran que hay suficiente vigilancia y tecnología en las escuelas locales, lo cierto es que en este ciclo escolar que apenas terminó el viernes, se han procesado a 10 menores de edad por llevar armas de algún tipo a las aulas o lanzar amenazas de balaceras en las escuelas.
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Marco Montemayor, abogado del Condado, dijo que en algunos de estos 10 casos los estudiantes han sido enviados por varios días o semanas a la Villa Juvenil como castigo y resaltó que su oficina toma muy en serio estos incidentes.
El año escolar 2020-2021 fueron solamente seis los casos de estudiantes sorprendidos con armas o por hacer amenazas en las escuelas, es decir, en este ciclo escolar que apenas terminó, los casos casi se duplicaron.
“La influencia del internet, de las redes sociales y los famosos retos de TikTok son las principales causas de este problema que tenemos en las escuelas, los padres de familia deben ayudarnos a detener esta crisis hablando con sus hijos sobre este tema y revisando su celular”, mencionó.
Resaltó que su oficina tiene estrecha comunicación con las autoridades escolares para procesar y dar prioridad a los casos graves que se presenten en las escuelas con una política de cero tolerancia para quienes cometan este tipo de delitos.
UISD
Las autoridades de los distritos escolares consideran que la vigilancia en los planteles es adecuada y la tecnología es suficiente por ahora.
En el Distrito Escolar Independiente Unido (UISD) el jefe de Policía, Ray Garner, tiene 86 mandos y 126 guardias de seguridad para la vigilancia en más de 40 propiedades escolares. Las primarias tienen un oficial de la ley, las secundarias dos y las escuelas preparatorias tienen hasta cuatro policías para intervenir y responder en cualquier situación de emergencia.
Explicó además que cada escuela tiene una estación de entrada única donde se monitorea y se revisa a cada visitante, además de tener cámaras de seguridad y seguridad en las puertas de entrada de los salones de clase. Por su parte, Doreen Hale, jefa de Policía en el Distrito Escolar Independiente de Laredo (LISD), cuenta con 41 oficiales de la ley y 100 guardias de seguridad para 28 planteles escolares.
Tienen además cámaras de seguridad, hay patrullaje permanente en las escuelas y se revisa a cada visitante que llega a las escuelas pidiéndoles una identificación cuyos datos se verifican a través del sistema Raptor para verificar que sea una persona sin antecedentes criminales.
Sólo en este año escolar que acaba de terminar, en el distrito de UISD se registraron 20 incidentes de estudiantes con armas o que hicieron amenazas contra una escuela. Tres de ellos se presentaron en los dos días siguientes a la masacre de la Primaria Robb de Uvalde, Texas, donde murieron 19 niños y dos adultos.
ES TRABAJO DE TODOS
Tanto el jefe Garner como la jefa Hale y el abogado del Condado, Marco Montemayor, insistieron que el trabajo de prevenir ataques armados contra las escuelas no es exclusivo de ellos, sino también de los padres de familia.
“No se trata de bromas, es algo muy serio y como tal debemos manejarlo todos, incluidos los padres de familia, ellos deben ayudarnos educando a sus hijos sobre este problema y revisando sus redes sociales”, aseguró Montemayor.