Un jurado del sur de Texas encontró este miércoles al ex supervisor de la patrulla fronteriza Juan David Ortiz culpable de asesinato capital después de que fue acusado de ejecutar a cuatro mujeres y arrojar sus cuerpos en el desierto durante el otoño de 2018.
Ortiz ahora está a punto de pasar el resto de su vida tras las rejas por los asesinatos, en los que se dice que recogió a trabajadoras sexuales, les disparó en la nuca y abandonó sus cuerpos en Laredo, Texas, en la frontera con México.
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Juan David Ortiz es culpable
Ortiz, un veterano de la Marina, fue señalado como el presunto asesino en serie después de que una quinta víctima potencial que apenas pudo escapar de su alcance y fue la testigo clave durante el juicio de dos semanas.
Erika Peña dijo que un grupo de trabajadoras sexuales que frecuentan la avenida San Bernardo, en Laredo, estaban aterrorizadas cuando sus amigos comenzaron a desaparecer una por una durante 12 días en septiembre de 2018.
A pesar de sus preocupaciones, Peña dijo que no dudó en subirse a la camioneta blanca de Ortiz la noche del 14 de septiembre. Conocía a Ortiz desde hacía cinco meses y sabía que tenía esposa e hijos, y trabajaba en la aplicación de la ley, por lo que ella dijo que confiaba en que él la llevaría a su casa vacante.
El encuentro comenzó con una pequeña charla inocente, testificó Peña, pero rápidamente se torció después de que Peña mencionara el asesinato de Melissa Ramírez, una amiga y compañera trabajadora sexual asesinada a principios de esa semana.
Peña dijo que Ortiz se puso a la defensiva, en lugar de ser el tipo “agradable, inteligente, divertido” y “normal” que solía ser. También le afirmó que él era la "penúltima" persona en tener relaciones sexuales con Ramírez, lo que Peña dijo que la desanimó.
David ya no era él mismo. Tenía miedo… Me hizo pensar que él era el que podría haber estado asesinando
La mujer testificó que quería llegar a un espacio público, por lo que le pidió a Ortiz que la llevara a buscar comida.
Ortiz la llevó a una gasolinera cercana y la estacionó en la parte de atrás, testificó Peña. Luego, sin previo aviso, él agarró su blusa con una mano y le apuntó con un arma con la otra, dijo.
La joven testificó que no sabe exactamente cómo escapó, pero recuerda haber abierto la puerta y haber escapado mientras David le arrancaba la blusa. Ella dijo que corrió desnuda hasta que se encontró con un policía estatal de Texas que estaba cargando gasolina cerca.
De alguna manera, de alguna manera, comencé a correr sin camisa. Todo sucedió tan rápido
El relato de Peña fue el primer gran avance de la policía local en su investigación. Inmediatamente se produjo una persecución de Ortiz, y su arresto se produjo horas después en el estacionamiento de un motel, teniendo como prueba los videos de las cámaras del lugar.
Lo que siguió resultó fundamental a lo largo del juicio de Ortiz. La policía de Laredo interrogó a Ortiz durante nueve horas en una entrevista grabada que reveló una confesión condenatoria, en la que Ortiz reveló un motivo potencial y llevó a la policía a una cuarta víctima cuyo cuerpo no había sido encontrado.
“Quería limpiar las calles”, dijo Ortiz a la policía:
Estas personas… son basura y me iba a deshacer de ellas. ¿La policía no hace nada al respecto?
Los fiscales argumentaron que la confesión, junto con el testimonio de Peña, dejaba en claro que Ortiz era culpable.
Sin embargo, el abogado defensor de Ortiz, Joel Pérez, argumentó que su cliente de 38 años acababa de repetir información que había leído en los periódicos para terminar el interrogatorio en el que su cliente fue “coaccionado”.
Pérez también afirmó que Ortiz estaba "roto" y con actitud "suicida" cuando hizo la confesión, y mencionó que el veterano de guerra sufre de trastorno de estrés postraumático. Esto, argumentó Pérez, significaba que Ortiz no estaba en el estado mental adecuado para hablar con la policía.
Para contrarrestar el testimonio de Peña, Pérez afirmó que la mujer de 31 años había identificado erróneamente a Ortiz porque estaba bajo coacción.
Los familiares de las cuatro víctimas asesinadas, Ramírez, Claudine Anne Luera, Guiselda Alicia Cantú y Janelle Ortiz, asistieron todos los días al juicio de Ortiz.
El miércoles, el mismo día que comenzaron las deliberaciones del jurado, esos miembros de la familia vestían camisetas que tenían fotos de cada víctima, con la leyenda "son amados" impreso en el frente.
Juan David Ortiz es culpable, fue la determinación a la que llegaron durante el juicio del ex patrullero de la Border Patrol.