La eliminación del horario de verano en el interior del país no traerá problemas graves a la frontera, salvo cuando se trate del transporte de mercancías desde ciudades como Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara y otras.
Sin embargo, las grandes empresas de transporte ya se alistan para enfrentar esta problemática que se generará durante más de la mitad del año, tiempo en que las ciudades fronterizas, como Nuevo Laredo, estarán una hora desfasadas con el interior del país.
“En el sector transporte afecta principalmente en los tiempos de entrega hacia los clientes, ellos en el sur pues ya programan una cita de entrega y al existir un cambio de horario sí afecta; sin embargo en transportes Fema nos hemos preparado por medio de los sistemas y poder anticiparnos para que no se vean afectados”, dijo Gabriela González, directora de capital humano y comunicación de Fema.
Otro de los inconvenientes que se llegan a presentar es con los operadores, ya que requieren al menos de 10 horas de descanso y con el desfase de horario, en ocasiones no se cumplen. A pesar de que en la frontera se queda el horario empatado con el de Estados Unidos, que es el principal socio comercial, no existe tanta afectación; sin embargo, con el resto del país donde se ha eliminado ya el cambio de horario.
“Sí tenemos que considerarlo, porque sí habrá desfases principalmente en cuanto a la logística, cruces, ya que ellos vienen con un horario, los del sur del país; sin embargo, debemos acostumbrarnos, acoplarnos y generar una comunicación, para evitar problemáticas mayores, en cuanto a los cruces, operaciones y otras más”, señaló Pedro Díaz Puerto, presidente del Consejo Consultivo de Desarrollo Económico.
El domingo, será la última vez, después de 26 años, que el reloj se atrase una hora en todo el país, con excepción de las ciudades fronterizas como es el caso de Nuevo Laredo.