Azotó la cabeza de su amigo contra el pavimento, dejándolo con trauma y ensangrentado porque no lo quiso llevar en su auto a un “after party” a las 3:30 de la mañana; lo sentenciaron a cuatro años de libertad condicionada o cuatro de prisión si falla.
Sergio Alejandro Bernal fue denunciado la madrugada del 9 de junio por su conocido, quien cubierto con una funda de almohada llena de sangre llamó a la Policía para decir que Bernal lo había derribado al suelo, donde se pegó fuertemente con la cabeza.
El martes 18, en la Corte de Distrito 111, la jueza Mónica Zapata-Notzon, dictó la condena contra Bernal, de cuatro años a prueba en libertad, la cual se les dejaría sin efecto de cometer cualquier otro delito o faltar a las obligaciones que se le leyeron, incluida pagar una restitución económica.
Sergio Alejandro fue declarado culpable, luego de sólo dos horas de deliberación del jurado. Los patrulleros ese 9 de junio llegaron al domicilio de la víctima y lo observaron en el piso de la rampa de cemento frente a su casa, posado en sus cuatro extremidades y a su lado, una ropa de cama llena de sangre.
Ataque agravado causando lesiones serias, fue el cargo por el juicio que inició el lunes 17, concluyó el martes 18 con la pronta deliberación de los miembros del jurado. Estrella Ramírez, Robert Gutiérrez y Albrecht Riepen, como asistentes de la Fiscalía de Distrito.