DONACIÓN DE ÓRGANOS

Krizia dio vida tras su muerte

En 2013, la luz de la joven se apagó, pero su legado quedará por siempre, ya que dio la oportunidad a otras personas de seguir en la lucha en este mundo.

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Escrito en LAREDO TEXAS el

Rick vive en San Antonio, gracias a que tiene el riñón y el páncreas de Krizia, órganos insustituibles en un ser humano; como vitales son los dos muy sanos pulmones de la muchachita de 18 años que le dieron una segunda oportunidad de existencia a Sonia, en Boerne, Texas; ni qué decir del hígado de “Krizi” que le devolvió la vida a Alice en Austin.

Krizia Lauren Keiser González dio su vida a otros, lo hizo con inmenso gozo, tal y como se lo propuso en vida “Krizi”, llamada amorosamente así por el cúmulo de familiares y amigos que la siguen amando y queriendo, porque su chispeante y muy feliz vida, está en sus corazones y en sus mentes.

Un día le dijo a su mamáMartha Keiser -regresando de tramitar su licencia de manejo-, que no sólo podía donar los órganos vitales para alargarle la existencia a gente enferma, sino que su sangre, tejidos, córneas y todo de ella, podía y debía ser para mejorar la vida de los enfermos.

Y así fue, el 6 de junio del año 2013, un aneurisma cerebral masivo fue el pretexto o el vehículo para llamarla ante Dios, pero no se fue sin antes dar vida en la Tierra.

“No sólo Rick, Alice y Sonia revivieron, sus córneas, sus tejidos, sus células, su plasma o plaquetas, ayudaron a mucha gente a vivir mejor; yo invito a los laredenses, a la gente del condado de Webb a registrarse como donantes de órganos”, dijo la señora Martha González-Keiser, este martes en el evento de la organización altruista, “Dona Vida En Texas”, efectuado en las oficinas del Departamento de Seguridad Pública de Texas.

Krizia, quien se desvivía por los demás, cumplió su bello pensamiento y su bondadosa idea, pues esta entusiasta y vigorosa adolescente, se convirtió en una gran donante de órganos, no en balde, feliz y gustosa antes se lo dijo a su madre, ese día que obtuvo su credencial de manejar.

Le comentó que acaba de descubrir que ella podía dar vida a otros ¡a muchos! con su humanidad.

“No teman de que si sufren de un accidente o enfermedad, los doctores no harán nada por ustedes, no deben creer que no los salvarán para que así donen vida o calidad de la misma a mucha gente que requiere un trasplante, puesto que sólo ocurre con el 2 por ciento de los donantes que sufren de tales traumas accidentales o males graduales severos.

La persona tiene que ser mantenida con vida con un respirador artificial, para poder llevar a cabo el procedimiento de extracción de órganos vivos para el trasplante a pacientes que los requieren para seguir viviendo”, explicó la señora Keiser, sosteniendo amorosamente un retrato de su hija Krizi.

Krizia es un regalo de vida y un invaluable ejemplo para muchos, inscríbanse a donar órganos en “Krizia L. Keiser Memorial Foundation Organ Donation Awareness”.