Fueron más de 20 indocumentados perdidos entre el monte, sin agua, ni comida, insolados y deshidratados, así como cuatro atrapados en una espesa isleta del río Bravo (Grande para el lado americano), los rescatados este fin de semana por la Patrulla Fronteriza en el área de Laredo.
Entre sábado y domingo, entre el golpe de calor y el terror a morir ahogados por la creciente del río Bravo, esto le sucedió a casi una treintena de extranjeros sin documentos migratorios.
“Es gente que antes de cruzar a Estados Unidos ya vive en peligro de muerte lo sepa o no, pues muchos ignoran el riesgo de esas aguas que han cobrado tantas vidas y después, ya en tierra norteamericana, el riesgo no disminuye, pues caminan por días, bajo climas y en condiciones muy adversas, muchas veces lo hacen en círculo, sin avanzar, lo hacen sin sentido, sin ir a donde quieren llegar, pues están perdidos”, dijo Matthew Hudak, jefe de la Patrulla Fronteriza Sector Laredo.
Espesos matorrales, pero sin dar sombra, sin cubrir los rayos solares que queman, o atrapados en pequeñas islas o promontorios de tierra llenas de vegetación, casi impenetrable, están a mitad de las aguas, la orilla se ve cercana pero ni por dónde cruzar pues el carrizo en la orilla norteamericana también forma una gruesa pared, que tal vez albergue víboras u otros animales.
“Cruzan el río en despoblado y caminan también alejados de las luces y del ruido de la ciudad, retirados de la zona urbana, entonces están a merced de los peligros y las dificultades se incrementan”, dijo Hudak.
“Lo más seguro es quedarse en casa, no hacer el viaje”, concluyó el jefe de la Patrulla Fronteriza Sector Laredo.