Para el banquero Dennis E. Nixon hay una crisis en la frontera Estados Unidos–México, pero no es una crisis que los políticos de Washington comenten y los periodistas de todo el país estén cubriendo urgentemente, como lo hacen con el aumento de migrantes que cruzan la frontera.
“La verdadera crisis ha estado en existencia durante más de un año y es el cierre de la frontera a los llamados cruces no esenciales", afirmó el empresario.
El cierre de la frontera a viajeros se decretó el 21 de marzo del 2020 y desde entonces se extiende cada mes. Las restricciones actuales vencen el 21 de abril próximo y no se ha determinado si van a continuar.
Nixon indicó que además del impacto económico negativo de la pandemia, el cierre ha devastado a los negocios fronterizos, ha separado familias y desbalanceado a las comunidades que están establecidas en ambos lados del río Bravo. “Los pequeños empresarios están siendo destruidos”, aseguró Nixon.
Refirió que ambas crisis, la que llama la atención y la que está siendo ignorada, son parte del mismo problema. Los que hacen las decisiones en Washington no escuchan a los que viven y trabajan en la frontera. “Durante años, hemos ofrecido soluciones de sentido común para la seguridad fronteriza, para el comercio internacional y migración. Las soluciones que hemos propuesto requieren de un compromiso permanente”, abundó.
Desafortunadamente muchos juegan a la política con estos problemas y están más interesados en que les tomen fotos y los entrevisten, mientras que continúa el aumento de los migrantes que están solicitando asilo. Para Nixon, el aumento de los arrestos de los que intentan cruzar la frontera es resultado del juego político de la administración Biden, sin considerar un plan para manejar el aumento de los que buscan asilo.
Consideró que la política migratoria está fuera de sincronía con la realidad demográfica, de una población que rápidamente está envejeciendo mientras que los nacimientos de nuevos ciudadanos igual van declinando.
“Cada sector de nuestra economía, desde los trabajos de alta tecnología, el cuidado de la salud y agricultura, necesitan capital humano para continuar creciendo, nuestra nación se apoya y crece con las contribuciones y el espíritu empresarial de nuevos americanos”, aseguró.
Mencionó que los esfuerzos del presidente Biden para extender la protección permanente a los amparados por DACA es un importante primer paso, pero un paso pequeño. Tiene que haber más reformas para solucionar este horrible problema.
Refirió que existe la otra crisis, el cierre de la frontera a lo que el gobierno llama “viajes no esenciales”. En Laredo, los compradores mexicanos representan de un 40 a un 45% de las ventas totales al menudeo, de acuerdo a un reporte de la Reserva Federal en Dallas. Impactos económicos similares se encuentran en Brownsville, McAllen y El Paso.
Por segundo año consecutivo, los centros comerciales y los distritos de venta al menudeo se vieron vacíos en Semana Santa, cuando normalmente es momento de bonanza para los comerciantes.
Los supuestamente temporales cierres de la frontera fueron instituidos en los primeros días de la pandemia, sin utilizar ningún razonamiento científico, señaló Nixon. Resaltó que ridículamente, estas restricciones no se aplican a los viajes internacionales por avión. Los residentes mexicanos pueden volar a San Antonio o Houston para ir de compras; pero si intentan manejar o caminar para cruzar un puente en Laredo, no se les permite.
“No hay una solución rápida para el problema migratorio, pero sí la hay para el cierre fronterizo. La administración Biden puede simplemente eliminar las extensiones de tiempo de las restricciones prohibitivas e inefectivas de los viajes no esenciales”, indicó.
“Nuestras comunidades fronterizas forman una ciudad ubicada en dos países. Los cruces fronterizos deben de abrirse. Si las personas que afirman que están consternadas por lo que pasa en la frontera son sinceras, deben escuchar a los residentes fronterizos y continuar trabajando con nosotros para encontrar soluciones, cuando terminen de dejarse entrevistar y tomarse fotos”, concluyó Nixon.