Este martes, un reo de 61 años será ejecutado en el Estado de Missouri, Estados Unidos a pesar de los ruegos del Papa Francisco I de perdonar su vida. En la petición hecha por el Vaticano y los abogados del recluso, se alega discapacidad intelectual.
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Ernest Lee Johnson fue condenado a su ejecución con la inyección letal, debido a los asesinatos ocurridos en 1994, donde tres trabajadores de una tienda minorista murieron tras un asalto frustrado en la localidad de Columbia.
Mike Parson, gobernador de Missouri, rechazó este lunes los llamamientos de los abogados y del propio pontífice, manteniendo el programa de ejecución, autorizada para las 18:00 pm en Bonne Terre.
Ante el hecho, el mandatario indicó la demostración de las pruebas en el caso, el cual acusan directamente a Ernest Lee Johnson de cometer el crimen, planificando todo a detalle y , posteriormente ocultando la evidencia incriminatoria.
"El estado está preparado para hacer justicia y cumplir la sentencia legal que recibió el señor Johnson. Tres jurados han revisado el caso del señor Johnson y han recomendado la sentencia de muerte", aseguró Mike Parson en un comunicado.
Indicó haber considerado la afirmación de Johnson, quien se declaró múltiples veces como mentalmente incompetente ante los juzgados, los cuales denegaron constantemente (en 6 ocasiones) este argumento de desestimación.
Los abogados del acusado han intentado recurrir al recurso de discapacidad mental durante mucho tiempo, pues la condena violaría la 8 enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, el cual prohíbe llevar a cabo castigos crueles o inusuales en las personas.
El arzobispo Christophe Pierre, enviado del Vaticano en la nación americana, entregó una carta en nombre del Papa Francisco I, donde se pide detener la ejecución del reo.
"Esta petición no se basa en los hechos y circunstancias de sus crímenes o en la capacidad intelectual del señor Johnson. Más bien Su Santidad desea poner ante ustedes el simple hecho de la humanidad de Johnson y el carácter sagrado de toda vida humana" indica la carta.
La discapacidad mental del culpable no detendrá a las autoridades de llevar a cabo la ejecución. Ni siquiera el propio Papa Francisco evitará la sentencia de este reo.
Jesús García