El caso de envenenamiento de niños en Kínder ha causado gran indignación a nivel internacional, pues se sabe que la persona encargada de preparar los alimentos utilizó pintura, la cual tenía altos niveles de plomo, lo que provocó que más de 200 niños se intoxicaran.
El caso del envenenamiento se vio agravado porque las autoridades de la ciudad donde ocurrió todo y el personal del hospital intentaron manipular las pruebas de sangre de los estudiantes intoxicados. Todo lo anterior sucedió en Tianshui, provincia de Gansu, en China. Un total de 235 niños fueron llevados a emergencias tras consumir alimentos escolares.
El cocinero del Peixin Kindergarten usó pintura no comestible para que los alimentos fueran más llamativos para los estudiantes. La pintura fue esparcida en pasteles de dátiles rojos al vapor y bollos de maíz con salchicha. Los resultados de la investigación revelaron que los alimentos contenían niveles de plomo 2 mil veces superiores a lo permitido.
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El envenenamiento de los niños fue reportado el 8 de julio, cuando los 235 menores fueron hospitalizados. Se sabe que 234 ya fueron dados de alta y se encuentran en sus hogares recuperándose. Según se ha señalado un caso de sobornos por parte de los dueños del Kínder.
Los funcionarios de la ciudad fueron sobornados para tratar de encubrir el caso y el Centro Provincial de Gansu para el Control y Prevención de Enfermedades manipuló las primeras pruebas de los menores, por lo que el Hospital Popular No. 2 es acusado de negligencia.
Hasta el momento son ocho personas las que han sido arrestadas y entre ellas se encuentra el director del kínder, cocineros y un inversionista. Mientras tanto, funcionarios de la ciudad están siendo investigados por haber aceptado sobornos. Autoridades de Tianshui anunciaron que los niños envenenados recibirán tratamiento gratuito en hospitales que sean atendidos.