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General Motors paraliza su planta y hará despidos masivos; esta es la fecha de los recortes

El cierre refleja un momento de incertidumbre, marcado por la lenta adopción de vehículos eléctricos y tensiones comerciales entre Canadá y Estados Unidos

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La industria automotriz en Canadá enfrenta un nuevo revés, General Motors anunció el cierre temporal de su planta en Ingersoll, Ontario, dedicada a la producción de furgonetas eléctricas de reparto bajo la marca BrightDrop.

A partir del 14 de abril, comenzarán los despidos de corta duración, y aunque algunos empleados serán llamados de vuelta en mayo, solo trabajarán en una capacidad limitada. La producción se detendrá completamente otra vez hasta octubre.

La razón principal detrás del cierre: la baja demanda de vehículos eléctricos. Según GM, en el primer trimestre de 2025 apenas se vendieron 274 unidades del modelo producido en esta planta, la compañía detallo en un comunicado oficial.

Este ajuste responde a la demanda del mercado y al reequilibrio del inventario

Para el regreso en octubre, se prevé operar con un solo turno, lo que significará el despido indefinido de cerca de 500 trabajadores, según informó el sindicato Unifor, que representa a los empleados de la fábrica.

Este no es un caso aislado. El cierre se suma al de otra planta canadiense de GM y al reciente paro de dos semanas en la planta de Stellantis en Windsor, Ontario, que también enfrenta dificultades similares. La industria automotriz en la región se ve afectada por múltiples factores, incluyendo los nuevos aranceles estadounidenses a vehículos extranjeros, una política impulsada por el presidente Donald Trump, que ha agitado las relaciones comerciales con Canadá.

Desde Ingersoll, donde GM es el principal empleador, las reacciones no se han hecho esperar. “El presidente Trump está traicionando al mejor amigo de Estados Unidos y atacando nuestra economía”, declaró Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador canadiense.

El alcalde de la ciudad, Brian Petrie, expresó su preocupación por el futuro económico de los 14 mil habitantes de la localidad, altamente dependiente de la actividad de la planta.

Sindicatos y autoridades locales temen que este cierre sea solo una muestra de los retos más profundos que enfrenta la transición hacia la movilidad eléctrica.