Comer mientras conduces en Texas, como en muchos otros lugares, puede parecer una opción práctica cuando tienes prisa o estás en un viaje largo, pero puede ser más peligroso de lo que parece.
Aunque en este estado no existe una ley específica que prohíba comer al volante, las consecuencias de esta distracción pueden ser serias tanto para ti como para los demás en la carretera.
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¿Por qué es peligroso comer mientras conduces?
El manejar requiere toda tu atención, comer mientras conduces te obliga a soltar el volante con una mano, lo cual reduce tu capacidad de reacción ante cualquier imprevisto.
Además, al estar concentrado en tu comida, desvíes tu mirada de la carretera, lo que aumenta el riesgo de no ver un peligro a tiempo, como un freno brusco de otro vehículo o una señal de tráfico importante.
¿Existe una ley en Texas que prohíba comer mientras conduces?
La respuesta es no, no hay una ley específica que prohíba comer mientras conduces en Texas.
Sin embargo, eso no significa que sea completamente seguro hacerlo. En caso de que un oficial de policía considere que tu conducta está poniendo en riesgo la seguridad de otros, podría sancionarte por ‘manejo negligente’ o incluso por ‘conducción peligrosa’.
En Texas, las leyes de tráfico son estrictas cuando se trata de comportamientos que pongan en peligro a otros usuarios de la vía.
Aunque no haya una prohibición explícita, si tu distracción al comer causa un accidente, podrías enfrentar consecuencias legales graves. En este caso, los daños causados a otras personas o propiedades podrían hacer que enfrentes cargos por negligencia o demandas legales, que podrían resultar en costosas indemnizaciones.
Además, tu aseguradora podría negarse a cubrir los daños si se demuestra que tu falta de atención al manejar fue la causa del accidente.
¿Qué dice la ley sobre la negligencia al volante?
En Texas, si un accidente es causado por tu negligencia, puedes ser demandado por daños y perjuicios. Aunque no exista una ley específica contra comer mientras conduces, los tribunales pueden considerar que el acto de comer al volante es una forma de distracción que provoca la pérdida de control del vehículo.
Recuerda, un segundo de distracción puede cambiar todo en la carretera. Si te aseguras de estar concentrado mientras conduces y evitar comer al volante, no solo estarás cuidando tu bienestar, sino también el de los demás.