En octubre de 2016, a tan solo un mes de las elecciones presidenciales, el mundo fue testigo de uno de los momentos más impactantes de la campaña electoral de Donald Trump.
Un video de 2005, grabado durante un rodaje para el programa ‘Access Hollywood’, salió a la luz y desató una tormenta mediática. En el video, Trump, entonces una celebridad de la televisión y empresario multimillonario conversaba con el presentador Billy Bush mientras se dirigían a una grabación.
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Lo que parecía ser una conversación trivial, rápidamente se convirtió en una bomba política cuando Trump hizo comentarios explícitos sobre mujeres, afirmando que, debido a su estatus, podía hacerles lo que quisiera, incluyendo besarlas y tocarlas sin su consentimiento.
El momento más infame del video es cuando Trump dice: 'Cuando eres una estrella, te dejan hacerles lo que quieras. Puedes agarrarlas por el…'
Las palabras fueron de tal naturaleza que causaron indignación inmediata a nivel mundial, especialmente por el contexto de la campaña, donde Trump estaba compitiendo por la presidencia de Estados Unidos.
El impacto fue inmediato, tanto demócratas como republicanos condenaron las palabras de Trump, y muchas mujeres que previamente habían apoyado su candidatura se sintieron traicionadas.
A pesar de que varias figuras prominentes de su propio partido, como el entonces presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, pidieron a Trump que abandonara la carrera, Trump se mantuvo firme, negando que sus comentarios representaran su verdadera personalidad y llamándolos 'charlas de vestuario'.
Lo que ocurrió a continuación fue aún más sorprendente. Aunque muchos pensaron que el escándalo podría hundir su campaña, Trump logró resurgir.
En un país polarizado, sus seguidores lo defendieron como un hombre que había sido víctima de una ‘caza de brujas’ y no un candidato perfecto, sino uno cercano al pueblo. El incidente, en lugar de acabar con su candidatura, lo hizo más humano a los ojos de muchos, consolidando su imagen de 'outsider' que no tenía miedo de decir lo que pensaba.
Aunque el video no causó la caída de Trump, sí sirvió de catalizador para una conversación más amplia sobre el sexismo y el acoso, temas que se mantendrían en el centro del debate público con el movimiento #MeToo, que ganó fuerza poco después.
El ‘Access Hollywood’ es un recordatorio de que, en la era de los medios sociales y la información instantánea, las palabras y acciones pueden marcar la diferencia en la política, pero también pueden ser increíblemente resilientes, si encuentran el respaldo adecuado.