Existe un arácnido de gran tamaño que regularmente aterra a las personas que lo ven en su camino; lamentablemente, el insecto suele ser eliminado por tener un aspecto ‘sorprendente’; sin embargo, el animal es completamente inofensivo para los humanos. El insecto gigante del cual hablamos también es conocido como escorpión látigo o madre de alacrán.
El insecto del cual hablamos se llama vinagrillo y se caracteriza por su gran tamaño y, si tenías la duda de si picaba, la verdad es que sí, y su veneno tiene un olor similar al vinagre, pero no tiene ningún efecto en los humanos. El aroma que expide suele espantar a las personas, pero no hay nada que temer.
El veneno del vinagrillo solo afecta a sus presas, es decir, a insectos más pequeños. Si por alguna razón un vinagrillo te pica, solo debes de labar la herida pues solo causaría una leve irritación que no requiere hospitalización. Especialistas en naturaleza llaman a no matar o maltratar a los vinagrillos.
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Los vinagrillos no deben ser maltratados por que controlan plagas
No porque los vinagrillos no sean arácnidos no venenosos significa que puedes lastimarlos, su máxima defensa es segregar un líquido ácido y lu usa contra depredadores su presas pequeñas para alimentarse. Este tipo de animales suele comer cucarachas por lo que pueden ser de gran ayuda para el control biológico.
Los vinagrillos suelen moverse por la noche y sus patas delanteras son usadas como antenas. Estos insectos tienen presencia en Baja California Norte y Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luís Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas.
Para reproducirse, el macho libera una sustancia que se conoce como espermatóforo, en la que se encuentran contenidos los espermatozoides. Posteriormente, la hembra lo recoge y se lo introduce, ocurriendo de esta manera la fecundación. Las hembras ponen los huevecillos en un sitio excavado por ellas; al eclosionar, las crías se fijan al abdomen de la madre.