En los pantanos tranquilos de Europa, donde normalmente solo pasan tres cosas croan, saltan y comen insectos, un descubrimiento científico acaba de elevar el drama anfibio a niveles nunca antes vistos. Olvídate del ghosting humano: la evolución acaba de presentar su versión definitiva… y viene en forma de rana.
Investigadores que estudiaban el comportamiento reproductivo de Bombina bombina, una especie de rana europea, notaron algo extraño: algunas hembras, al ser cortejadas por machos poco atractivos o insistentes, se dejaban caer como si hubieran perdido la vida.
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Los machos, confundidos ante la aparente “muerte instantánea”, suelen perder el interés y saltar hacia otra posible compañera. Apenas el pretendiente se aleja, las hembras “reviven”, recuperan el movimiento y continúan su día.
Los biólogos han bautizado el fenómeno con un nombre que parece sacado de TikTok: “frogging”, una especie de ghosteo anfibio nivel experto.
La ciencia detrás del drama
Aunque la escena podría parecer un sketch cómico de la naturaleza, en realidad tiene un trasfondo evolutivo sólido. Según los especialistas, hacerse la muerta es una forma de selección sexual: las hembras eligen (literalmente) con quién quieren reproducirse, evitando ser forzadas por machos que no consideran aptos o saludables.
En la naturaleza, elegir bien puede significar la diferencia entre dejar una descendencia fuerte o comprometer el futuro genético de la especie. Para estas ranas, conformarse con cualquier sapo no es opción.
Ghosting, pero biológico
Lo más llamativo es que esta estrategia no fue observada como una reacción ante depredadores como suele ser común en otros animales sino exclusivamente durante encuentros amorosos indeseados.
Este hallazgo deja una reflexión inesperada: incluso en el reino animal, las hembras saben muy bien lo que quieren… y lo que definitivamente no.