Diciembre, el último mes del año traerá un conjunto de fenómenos astronómicos que convertirán las noches de diciembre en un verdadero espectáculo para quienes disfrutan mirar el firmamento. Superluna, lluvias de meteoros, conjunciones planetarias y el arranque del invierno astronómico formarán parte de un cierre de año ideal para observadores casuales y aficionados de todo México.
Durante la tarde del 4 de diciembre, la Luna alcanzará su fase llena mientras se ubica en la constelación de Tauro. Al coincidir con su paso por el perigeo, aparecerá más grande y luminosa de lo habitual, lo que la convierte en la última superluna de 2025. Este fenómeno, conocido como la “Luna fría” en tradiciones del hemisferio norte, ofrecerá una brillantez de hasta 15% superior a la de una Luna llena promedio.
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Tres días después, el 7 de diciembre, Mercurio alcanzará su mayor elongación oeste, el punto en el que aparece más separado del Sol. Será una oportunidad excepcional para observarlo: con magnitud –0.5, destacará como un punto brillante en el horizonte este-sureste poco antes del amanecer. Esa misma noche, la Luna aún iluminada casi al 90% se acercará visualmente a Júpiter en la constelación de Géminis, una conjunción fácil de identificar incluso sin telescopio.
La actividad astronómica continuará con uno de los eventos más esperados del año: la lluvia de meteoros Gemínidas, visible del 13 al 14 de diciembre. Bajo cielos totalmente despejados pueden alcanzarse hasta 150 meteoros por hora, lo que la convierte en una de las lluvias más intensas del calendario. Sus trazos lentos y coloridos que pueden ir del blanco al verde provienen del asteroide Phaethon, un objeto rocoso poco común entre los generadores de meteoros.
El 20 de diciembre, la llegada de la Luna nueva marcará las noches más oscuras del mes, ideales para buscar objetos de cielo profundo. Galaxias como Andrómeda, la nebulosa de Orión o los cúmulos de Tauro serán más fáciles de localizar bajo un cielo sin brillo lunar.
Un día después, el 21 de diciembre, ocurrirá el solsticio de invierno, el día más corto del año en el hemisferio norte. Con él iniciará oficialmente la temporada invernal, caracterizada por noches más largas, temperaturas bajas y condiciones perfectas para la observación del firmamento.
El mes cerrará con más actividad. Entre el 22 y 23 de diciembre llegarán las Úrsidas, una lluvia modesta pero interesante, capaz de generar entre 5 y 10 meteoros por hora. Gracias a la proximidad de la Luna nueva, sus destellos se verán con mayor facilidad. Y el 27 de diciembre, la Luna menguante se aproximará a Saturno, visible hacia el suroeste tras el atardecer, acompañada por la tenue presencia de Neptuno.
Finalmente, el 31 de diciembre, el cielo despedirá el año con un encuentro entre la Luna creciente y las Pléyades, una imagen simbólica para cerrar el calendario astronómico.
Con noches más largas, bajas temperaturas y cielos despejados en buena parte del país, diciembre se perfila como uno de los mejores meses para quienes disfrutan levantar la mirada y perderse en el universo.
