A pesar de que la religiosidad ha mostrado un declive en Estados Unidos, la venta de Biblias ha experimentado un incremento notable del 11% en los primeros nueve meses de 2025 respecto a 2024, con más de 18 millones de ejemplares vendidos, según datos de Circana. Solo en septiembre se registraron 2.4 millones de Biblias comercializadas, un repunte vinculado, en parte, al impacto del asesinato del activista cristiano conservador Charlie Kirk.
Las ventas de Biblias han crecido de forma constante desde 2021 y alcanzaron récords históricos desde 2022.
Entre los formatos más populares destacan la versión económica de la Biblia Estándar en inglés, la Biblia de Aventuras para niños, y ediciones especiales dirigidas a mujeres y jóvenes, como ‘Ella Lee la Verdad’ y versiones King James en colores llamativos.
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Incluso figuras públicas, como Donald Trump, han generado ganancias millonarias promocionando Biblias temáticas patrióticas.
Aunque las editoriales no disponen de datos demográficos exactos de los compradores, expertos y minoristas coinciden en que el interés ha crecido entre jóvenes y cristianos nuevos, impulsado por la búsqueda de consuelo en tiempos de incertidumbre y por el uso de aplicaciones que facilitan el estudio del texto, Kelli Malm, directora de la librería Christian Connection en Illinois, así lo explicó
La gente busca legibilidad y herramientas que le permitan leer y entender la Biblia de manera práctica.
Las editoriales, conscientes de esta demanda diversa, han lanzado cientos de ediciones para atraer a distintos públicos, incluyendo versiones infantiles y adaptadas para la Generación Z. La Biblia de Jesús y la NVI de estudio han visto ventas récord, superando incluso los 10 millones de ejemplares vendidos en algunos casos.
Según el informe anual ‘Estado de la Biblia’ de la Sociedad Bíblica Americana, el 41% de los estadounidenses se consideran usuarios de la Biblia, un aumento respecto al 38% del año anterior, aunque todavía por debajo del 50% registrado en 2021.
El estudio también revela que los millennials y la Generación Z muestran un renovado interés en el texto, destacando la relevancia de la Biblia entre los jóvenes.
En un momento de incertidumbre global y polarización social, la Biblia sigue siendo un refugio para muchos estadounidenses, reflejando que, pese a la caída general de la religiosidad, la búsqueda de consuelo, guía y claridad espiritual permanece vigente.