Earl Ofari Hutchinson, presidente de la Mesa Redonda de Política Urbana de Los Ángeles, se unió al creciente rechazo nacional contra Target después de que la cadena de tiendas decidiera dar marcha atrás con sus iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Hutchinson encabezó un boicot de 24 horas el pasado 27 de enero, pidiendo a los consumidores que se abstuvieran de hacer compras en las tiendas Target, aunque explicó que la acción fue breve para no afectar a los proveedores locales, en especial a las marcas de propiedad de afroamericanos que tienen productos en los estantes de la tienda.
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El activista subrayó que su boicot fue una forma de enviar un mensaje claro a la corporación sin perjudicar a los comerciantes minoritarios. Algunas de las marcas que podrían verse afectadas son BLK & Bold Specialty Coffee, Pardon My Fro y Naturalistas, entre otras.
Este boicot se organizó tres días después de que Target anunciara su decisión de eliminar los programas de DEI, una movida que Hutchinson calificó de 'inconcebible', especialmente porque las comunidades afroamericanas e hispanas son clientes frecuentes de sus tiendas en Los Ángeles.
Hutchinson recordó que estos grupos gastan grandes sumas de dinero en las tiendas de Target cada día, por lo que la reversión de la compañía afectaría directamente a la comunidad latina y afroamericana.
La controversia en torno a la DEI no es nueva. Desde las protestas de 2020 por la muerte de George Floyd, muchas grandes empresas implementaron programas de diversidad, pero recientemente algunos activistas conservadores, respaldados por figuras como el expresidente Donald Trump, han criticado estos programas.
Trump, en particular, ha sido un fuerte opositor de la DEI y ha impulsado políticas en contra de estas iniciativas, tanto en el sector público como privado.
La Mesa Redonda de Política Urbana de Los Ángeles continuará presionando a Target para que reconsidere su postura y respete el compromiso con la equidad y la inclusión. Según Hutchinson, si la empresa no responde favorablemente, el boicot podría extenderse por más tiempo y cubrir una mayor área geográfica.
La respuesta de Target aún no ha llegado, y los activistas mantienen su atención en cómo la compañía manejará la creciente presión pública por mantener sus programas de DEI.