Donald Trump declaró la migración ilegal en la frontera sur de Estados Unidos como una emergencia nacional, estableciendo esta acción como una prioridad inmediata para su administración.
En su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, incluyó la emisión de órdenes ejecutivas para fortalecer las medidas de seguridad en la frontera con México, entre las que destacan el envío de tropas adicionales y el reinicio de la construcción del muro fronterizo, una de sus promesas más emblemáticas.
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Además, Trump confirmó que implementará deportaciones masivas en todo el país y reinstaurará el programa "Quédate en México", el cual obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano mientras se procesan sus solicitudes en Estados Unidos.
Fin de la ciudadanía por nacimiento y restricciones al asilo
Otra de las medidas polémicas anunciadas por Trump fue su intención de eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento, un derecho constitucional garantizado por la 14ª Enmienda de Estados Unidos.
Según Anna Kelly, subsecretaria de Prensa entrante, esta medida busca evitar que los hijos de migrantes indocumentados obtengan la ciudadanía de forma automática, restringiendo así los derechos de los nacidos en suelo estadounidense con padres sin estatus migratorio legal.
Adicionalmente, Trump prometió suspender por cuatro meses el programa de reasentamiento de refugiados implementado por su predecesor, Joe Biden, como parte de una estrategia más amplia para reducir drásticamente la entrada de migrantes y refugiados al país.
Estas acciones forman parte de una plataforma antiinmigración que, según Kelly, busca priorizar la seguridad nacional y “clarificar” los alcances de la Constitución en términos de ciudadanía y derechos migratorios.
La administración Trump también adelantó que pondrá fin al derecho al asilo, implementando un proceso de remoción inmediata sin posibilidad de apelación.
Estas medidas, aclamadas por sus partidarios pero cuestionadas por sus detractores, consolidan la postura migratoria rígida que Donald Trump manejaba desde su campaña política, y la cual podría redefinir la relación con México y los países de la región.