Un terrible caso le ha dado la vuelta al mundo, luego de descubrirse los actos cometidos en contra de una mujer, quien su esposo drogaba para dormirla y que otros hombres intimaran con ella durante varios años, tal cual muñeca de trapo.
Gisèle Pélicot, una mujer de 71 años, se presentó ante el tribunal de Avignon, en Francia, donde compareció ante su agresor, Dominique Pélicot, su pareja que abusó de ella durante 10 años.
Este acto ha despertado la indignación de la población francesa, al conocerse detalles de la horrida situación vivida por la víctima, quien pasó por toda esta situación con 51 hombres, acusados de violación con agravantes entre 2011 y 2020.
Violación bajo drogas
Los hechos fueron descubiertos por la policía francesa, luego de detener a Dominique en un centro comercial mientras tomaba fotografías de la entrepierna de mujeres.
Al confiscársele su teléfono celular, las autoridades encontraron miles de imágenes y videos de las violaciones en contra de Gisèle Pélicot.
La fémina, durante estos 10 años, pensó que estaba enfermando de Alzheimer, pues había días enteros que no podía recordar, sin sospechar que era su marido quien la drogaba para olvidar los salvajes encuentros sexuales con los violadores.
“El 2 de noviembre de 2020, mi mundo se derrumbó”, relató la mujer al recordar el momento en que la policía le reveló las fotografías.
Gracias a las grabaciones realizadas por Dominique, la policía pudo identificar a la mayoría de los 72 sospechosos implicados en los abusos. De estos, 51 están siendo juzgados y enfrentan hasta 20 años de prisión. Muchos de ellos argumentaron la creencia de que el acto era consensuado por la propia víctima, al tener permiso del esposo.
Valiente mujer
Algo que destacó en este caso es que Gisèle Pélicot optó por que su nombre fuera del dominio público y exigió que el juicio se realizara a puertas abiertas. Se dijo harta de esconderse por este delito en el que solo ella es la víctima, dándole fuerza a las demás mujeres para atreverse a denunciar cualquier acto en contra de su integridad.
"Hablo en nombre de todas las mujeres que son drogadas sin saberlo (...) para que ninguna más tenga que sufrir esta sumisión química”, afirmó Gisèle Pélicot.