Científicos han confirmado que la semaglutida, un fármaco inyectable popular utilizado para perder peso y el tratamiento de la diabetes, no aumenta el riesgo de depresión ni pensamientos suicidas en personas sin trastornos mentales previos.
El semaglutida, presente en medicamentos como Ozempic y Wegovy, es ampliamente utilizado para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad, ayudando a reducir significativamente el peso corporal y el riesgo de enfermedades relacionadas. Entre enero de 2021 y diciembre de 2023, las recetas de este medicamento aumentaron un 442%.
Ozempic y la baja de peso
A pesar de su eficacia en la pérdida de peso, el semaglutida, ha sido asociado con efectos secundarios graves como obstrucción intestinal, pérdida de cabello y pensamientos suicidas, lo que llevó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) a investigar.
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Estudios recientes han mostrado resultados mixtos sobre el riesgo de pensamientos suicidas asociados al semaglutida. Un amplio estudio señaló que quienes usan este medicamento tienen un menor riesgo de ideación suicida en comparación con los que toman otros medicamentos para la diabetes o pérdida de peso que no son GLP-1.
Otra investigación publicada en Annals of Internal Medicine no encontró conexión entre el semaglutida y los pensamientos suicidas. Sin embargo, otro estudio reciente indicó que quienes toman semaglutida junto con antidepresivos podrían enfrentar un mayor riesgo de ideación suicida.
La investigación más reciente, realizada por científicos de la Universidad de Pensilvania y publicada el 3 de septiembre en JAMA Internal Medicine, analizó datos de más de 3,500 participantes en los ensayos STEP 1, 2, 3 y 5.
No hay riesgo
El análisis reveló que menos del 1% de los participantes experimentó pensamientos suicidas mientras tomaban semaglutida (2.4 mg), y las tasas de depresión fueron similares a las de la población general.
Los autores concluyeron que el semaglutida no aumenta el riesgo de depresión ni pensamientos suicidas en personas sin problemas mentales, aunque se necesita más investigación en individuos con trastornos mentales graves o antecedentes de intentos de suicidio.