El jueves, un multimillonario hizo historia al realizar la primera caminata espacial privada en colaboración con SpaceX, llevando la exploración espacial a nuevas alturas.
Jared Isaacman, un empresario tecnológico, encabezó esta arriesgada maniobra desde una cápsula a cientos de millas sobre la Tierra, uniéndose a un exclusivo grupo de personas que han caminado en el espacio, un privilegio que antes solo habían tenido astronautas profesionales de unos pocos países.
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Isaacman y su equipo, que lanzaron su misión desde Florida, superaron la distancia alcanzada por cualquier otra tripulación desde los días de las misiones Apolo a la Luna.
A bordo de la cápsula, se prepararon con los nuevos trajes espaciales diseñados por SpaceX, y después de despresurizar la nave, Isaacman fue el primero en salir.
A lo largo de esta caminata, que duró unos 15 minutos por tripulante, se realizaron pruebas clave de flexibilidad y resistencia del traje espacial, en un entorno donde los riesgos son elevados debido a la exposición directa al vacío del espacio.
Commander @rookisaacman has egressed Dragon and is going through the first of three suit mobility tests that will test overall hand body control, vertical movement with Skywalker, and foot restraint pic.twitter.com/XATJQhLuIZ — SpaceX (@SpaceX) September 12, 2024
Esta misión de cinco días, financiada por Isaacman y Elon Musk, es parte del programa Polaris, cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de la tecnología necesaria para misiones más largas, incluida la colonización de Marte.
Esta caminata espacial representaba un paso esencial en el proceso, y aunque Isaacman siempre mantuvo contacto con la nave durante la prueba, su logro marca un nuevo capítulo en la historia de los vuelos espaciales privados.
La ingeniera de SpaceX, Sarah Gillis, también participó en la caminata espacial, siguiendo el mismo protocolo que Isaacman, mientras otros miembros de la tripulación supervisaban desde dentro de la cápsula.
Los cuatro tripulantes se sometieron a un intenso entrenamiento previo para la misión, ya que las caminatas espaciales son consideradas uno de los momentos más peligrosos en cualquier vuelo espacial, después del despegue y el regreso a la Tierra.
Aunque Isaacman no ha revelado cuánto invirtió en esta misión, se sabe que esta es solo la primera de tres vuelos del programa Polaris.
Esta serie de vuelos privados continúa con la tendencia de personas adineradas dispuestas a gastar enormes sumas para vivir la experiencia de la ingravidez y ahora, incluso la emoción de una caminata espacial.