Este refresco es una de las marcas más reconocidas a nivel mundial, y su consumo ha trascendido generaciones desde su creación hace más de 130 años. Aún así existen algunos usos médicos que puedes darle a la Coca-Cola.
Para muchos, tomar una lata de este refresco se convierte en un placer infinito, aun cuando existen advertencias médicas sobre los riesgos de consumir bebidas azucaradas y gaseosas en exceso.
Cinco usos médicos de la Coca-Cola
A pesar de que la ciencia ha advertido sobre los peligros para la salud, como el incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la obesidad, algunos consumidores continúan buscando razones para justificar su consumo.
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Entre las razones mencionadas, destaca su uso en situaciones de emergencia cuando alguien experimenta una baja de presión arterial, dado que puede elevar rápidamente los niveles de glucosa en el cuerpo.
Otro argumento a favor de la Coca-Cola es su posible efecto en la digestión. Un estudio realizado en 2012 sugirió que este refresco podría ayudar a disolver bezoares, acumulaciones de material indigerible que pueden bloquear el tracto digestivo.
Aunque este tratamiento no está exento de controversias, el caso de un paciente que mejoró tras ingerir Coca-Cola Zero de forma controlada muestra que puede ser eficaz en situaciones muy específicas.
Remedios efectivos, pero... ¿y el azúcar?
Además, el contenido de cafeína en las bebidas de cola es un factor que muchos valoran. La cafeína, cuando se consume moderadamente, puede ayudar a mejorar la concentración y mantener el estado de alerta.
Sin embargo, este beneficio viene acompañado de una elevada dosis de azúcar, lo que puede generar efectos adversos a largo plazo.
A pesar de los posibles beneficios señalados, se han desmentido ciertos mitos populares, como su capacidad para mejorar la diarrea o la gastroenteritis. Instituciones como el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica de Reino Unido desaconsejan su uso en niños con problemas estomacales.
En definitiva, el consumo excesivo de refrescos sigue siendo un tema de debate, y aunque existen justificaciones, debes de tomar en cuenta que los riesgos superan los beneficios para la salud a largo plazo.