Un utensilio de cocina habitual ha suscitado preocupaciones de salud debido a la presencia de perfluoroalquilos (PFAs) en su recubrimiento antiadherente.
Los sartenes y ollas con recubrimientos antiadherentes, comúnmente hechos de teflón, han despertado preocupaciones de salud debido a la presencia de perfluoroalquilos (PFAs).
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Estos compuestos químicos, que incluyen el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS), eran ampliamente utilizados antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prohibiera su uso en 2017.
Aunque el PFOA y el PFOS se encontraban en muchos utensilios de cocina debido a sus propiedades antiadherentes, estudios en animales han sugerido que podrían tener efectos cancerígenos, afectando órganos como el hígado, los testículos, el páncreas y la tiroides.
Los PFAs son sustancias químicas sintéticas que no se encuentran naturalmente en el medio ambiente.
Los más conocidos incluyen:
- Ácido perfluorooctanoico (PFOA)
- Ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS)
- Ácido perfluorononanoico (PFNA)
- Ácido perfluorohexano sulfónico (PFHxS)
- Ácido perfluorodecanoico (PFDA)
A pesar de la reducción en el uso de estas sustancias, su presencia en utensilios antiguos puede representar riesgos para la salud.
Las investigaciones han vinculado los PFAs con problemas como niveles elevados de colesterol, cambios en las enzimas hepáticas, menor respuesta a las vacunas en niños, riesgo aumentado de presión arterial alta o preeclampsia en mujeres embarazadas, y reducción del peso del bebé al nacer.
Para mitigar estos riesgos, se aconseja reemplazar los utensilios con recubrimiento antiadherente que se adquirieron antes de 2017 y optar por marcas que garanticen la ausencia de PFOA y otros PFAs.
Además, es importante estar atento a la seguridad de los productos de cocina y considerar alternativas sin estos compuestos químicos.