Steven van de Velde, un voleibolista holandés que competirá en los Juegos Olímpicos de París que fue condenado por abusar de una menor, permanecerá fuera de la Villa Olímpica y no hablará con la prensa.
Esta decisión surge debido a la creciente atención mediática y las críticas de grupos activistas que instaron al Comité Olímpico Internacional (COI) a prohibir la participación de agresores sexuales.
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Pieter van den Hoogenband, jefe de misión del Comité Olímpico Holandés (NOC), afirmó en una entrevista con The Athletic que aislar a Van de Velde era necesario.
El propio Van de Velde era consciente de que su pasado delito sexual sería un tema de discusión.
El atleta externo que este suceso seria tema de discusión
Entiendo que esto podría atraer la atención de los medios internacionales en vísperas del mayor evento deportivo del mundo
El Comité Olímpico Holandés (NOC) señaló que no se harán más anuncios al respecto
Por el bien de los implicados, no se harán más anuncios al respecto. Con esto, el NOC espera contribuir, en la medida de lo posible, a crear la paz para todos los participantes en los Juegos
Steven van de Velde y su compañero Matthew Immers debutarán en los Juegos Olímpicos este domingo, pese a una petición en Change.org con más de 92,000 firmas para descalificarlo.
La organización Survivors Trust y la ONG Army of Survivors critican su inclusión, llamándola una muestra de tolerancia hacia el abuso infantil y pidiendo que no se permita a atletas condenados por estos delitos competir.
El Comité Olímpico Holandés (NOC) y la Asociación Holandesa de Voleibol (Nevobo) decidieron darle una segunda oportunidad, considerando nula la posibilidad de reincidencia.
Michel Everaert, director general de la Nevobo, reconoció el grave error de Van de Velde pero afirmó que no existe base legal para excluirlo.
Van de Velde, de 29 años, fue condenado en 2016 a cuatro años de prisión en el Reino Unido por mantener relaciones con una niña de 12 años, consciente de su edad.
Tras ser extraditado a su país, la sentencia se redujo y fue liberado en 2017. En entrevistas, ha asumido la culpa y se ha distanciado de las acusaciones de ser un "monstruo sexual", afirmando que fue el mayor error de su vida.