¿Cocodrilo o caimán? Aunque ambos reptiles pertenecen al mismo orden, pertenecen a familias distintas. No son exactamente iguales y no comparten hábitat ni áreas de distribución.
En agosto del año pasado, el cazador de cocodrilos Donald Woods se sorprendió al ver el enorme reptil que había capturado en el río Yazoo de Luisiana. Con casi 5 metros de longitud y más de 360 kilos de peso, Woods pensó que se trataba de un cocodrilo, pero en realidad era un caimán. Aunque era el caimán más grande jamás capturado en el Mississippi, seguía siendo un caimán.
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Dado un fenómeno natural tan impresionante, ¿cómo podemos diferenciar entre un cocodrilo de un caimán? Aunque puede ser difícil distinguirlos a simple vista, existen algunas pistas que pueden ayudar a quienes no están tan familiarizados con estos reptiles.
Forma del hocico y dentición visible
Caimanes y cocodrilos son muy parecidos, pero se diferencian en la forma del hocico. Los caimanes tienen una boca en forma de U vista desde arriba, mientras que la de los cocodrilos es más bien en forma de V. Además, los dientes también ofrecen pistas: los caimanes ocultan su dentición cuando tienen el hocico cerrado, mientras que los cocodrilos dejan ver algunos dientes, incluso con el hocico cerrado.
Tamaño distinto
Una diferencia clave entre cocodrilos y caimanes es su tamaño. Los cocodrilos suelen ser más grandes y pesados, alcanzando hasta 6 o 7 metros de longitud y llegando a pesar una tonelada. En comparación, los caimanes, como el caimán del Mississippi capturado el verano pasado en Luisiana, rara vez superan los 5 metros de largo.
Hábitat diferente
Aunque tanto caimanes como cocodrilos habitan en regiones tropicales y subtropicales, sus hábitats difieren. Los caimanes prefieren aguas dulces, mientras que los cocodrilos pueden vivir tanto en aguas dulces como saladas. Los cocodrilos cuentan con glándulas salivales especiales que les permiten excretar el exceso de sal y mantener el equilibrio interno del organismo.
Diferencias en color y sensibilidad
Los cocodrilos tienden a tener un color más claro que los caimanes. Además, los cocodrilos tienen sensores tegumentarios (poros oscuros en las escamas) distribuidos por todo el cuerpo, mientras que en los caimanes, estos sensores están más concentrados alrededor del hocico.
Adaptaciones a la vida acuática
A pesar de sus diferencias, cocodrilos y caimanes están altamente adaptados a la vida acuática. Comparten características como una cola eficiente para moverse en el agua, una membrana nictitante en los ojos para protección, y mandíbulas y dientes muy potentes y afilados, lo que los convierte en especies que deben manejarse con cuidado.
Un pasado común, pero diverso
Aunque a menudo se piensa que los cocodrilos son fósiles vivientes de la era de los dinosaurios, esta idea ignora su complejo pasado evolutivo. Los cocodrilos modernos existen desde hace 80 millones de años, pero sus antepasados aparecieron hace unos 240 millones de años, contemporáneos a los dinosaurios.
Durante el Triásico, los cocodrilos se diversificaron en muchas formas terrestres, algunas de las cuales depredaban dinosaurios, mientras que otras eran pequeñas, insectívoras o incluso herbívoras.
Solo las especies carnívoras sobrevivieron, y los ancestros de los caimanes y cocodrilos se separaron, con los cocodrilos desarrollando la capacidad de tolerar agua salada y expandiéndose por el mundo.