La tensión entre Estados Unidos y Rusia tomó un giro curioso, cuando acusaciones provenientes del Kremlin señalaron a la administración estadounidense de contratar narcos mexicanos para combatir en el frente ucraniano.
Según los informes del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, agencias como la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estarían involucradas en este presunto reclutamiento de miembros de cárteles de México y Colombia.
Narcos mexicanos en Ucrania
La acusación se volvió viral. Rusia ha catalogado este supuesto reclutamiento como un acto desesperado por parte de Estados Unidos para influir en el conflicto en Ucrania, calificando a los reclutados como una "chusma multinacional con tendencia a la violencia armada".
Según los informes, a cambio de participar en el conflicto, los narcotraficantes recibirían una amnistía total por sus condenas.
Las repercusiones de estas acusaciones no se han hecho esperar. Rusia ha cuestionado la moralidad y la legitimidad del régimen de Kiev al que Estados Unidos está respaldando, acusando a Washington de poner sobre el tablero ucraniano a individuos con antecedentes criminales, incluidos "asesinos en serie, drogadictos y violadores".
Mientras tanto, desde Estados Unidos, la negación no se hizo esperar. La embajada estadounidense en México ha rechazado enérgicamente las acusaciones provenientes de Rusia.
A través de redes sociales, se ha compartido la frase "La calumnia, cuando no mancha, tizna", en un intento por desacreditar las afirmaciones rusas.
Este señalamiento de Rusia a Estados Unidos plantea una nueva interrogante sobre el futuro del conflicto en Ucrania y el papel de las dos potencias en el mismo.