El récord mundial de años en una persona es de la francesa Jeanne Louise Calment, de 122 años y medio. Parece una cifra muy alta, ya que la esperanza de vida en los países más desarrollados es de 80 años, pero hablando del reino animal, las cantidades se elevan de forma increíble. Las esponjas marinas pueden superar los 10.000 años de vida, las almejas los 500, y ya en el terreno de los mamíferos, se han encontrado tiburones con casi 400 años y ballenas con más de 200.
Eso quiere decir que la longevidad en los animales es diferente a los humanos, por eso se ha vuelto viral Henry, un cocodrilo que según se afirma nació en 1900. De comprobarse, este cocodrilo proveniente del delta del río Okavango, con 123 años, sería el animal de su especie más viejo del mundo.
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Vive felizmente
El poderoso animal ha vivido desde 1985 en el Centro de Conservación Crocworld en la ciudad de Scottburgh, en Sudáfrica, y es desde ahí que han emitido un comunicado revelando algunos datos fascinantes sobre este animal. “Puede que le falten algunos dedos y dientes”, decían en un comunicado desde allí, para luego matizar que el animal “Está feliz, saludable y listo para recibir visitantes".
Henry tiene características muy peculiares. Mide 5 metros de longitud y tiene un peso de hasta 700 kilogramos. Al ser un reptil, no necesita comer tanto para mantener el calor corporal. Por esa razón tienen un metabolismo mucho más lento y viven muchos más años que otros animales.
Lo que está claro es que los genes de Henry podrán ser estudiados incluso cuando él ya no esté en el mundo. Durante los 40 años que ha permanecido en el centro, ha tenido descendencia con seis parejas diferentes. Por ello, y teniendo en cuenta que el ciclo de reproducción de estos animales es de puestas de entre 40 y 90 huevos, se estima que ha podido tener hasta 10.000 descendientes.