En las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, siete estados serán decisivos para determinar el ganador: Georgia, Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte.
Estos territorios, conocidos como "estados péndulo" o "swing states", son clave debido a su naturaleza impredecible y la falta de una inclinación constante hacia los partidos Demócrata o Republicano.
Los 'estados péndulo'
En el sistema electoral estadounidense, el presidente no es elegido por el voto popular, sino a través de delegados en el Colegio Electoral.
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Los estados péndulo adquieren relevancia porque sus resultados suelen ser ajustados y los candidatos que los conquisten se llevarán todos los votos de los delegados correspondientes. Así, un estado puede inclinar la balanza a favor de un partido, incluso si este no gana el voto popular nacional.
En 2020, Joe Biden ganó en seis de estos siete estados, pero por márgenes mínimos, lo que no asegura una victoria demócrata de Kamala Harris el próximo 5 de noviembre. Por ejemplo, Arizona votó por Biden en las elecciones pasadas, rompiendo una larga tradición republicana.
Sin embargo, las preocupaciones sobre inmigración y el derecho al aborto hacen que el resultado en 2024 sea incierto. Del mismo modo, Pensilvania, con 19 votos electorales, enfrenta una economía en dificultades, lo que podría inclinar a los votantes hacia el candidato republicano.
Un peso importante
Los estados péndulo tienen un peso importante no solo por el número de delegados que representan, sino también porque sus electores tienden a ser diversos y cambian de preferencia en cada elección.
Esto los convierte en el principal foco de atención de las campañas políticas, que buscan atraer a los votantes indecisos hasta el último momento. En resumen, el destino de la presidencia de Estados Unidos dependerá, en gran medida, de estos estados claves en la elección de 2024.