Un niño mexicano, de 14 años de edad, fue uno de los 114 muertos en los incendios de Hawái, pero lo hizo abrazando a su perro, informaron autoridades.
Desde el 9 de agosto en la isla de Maui, el desastre natural acabó con el archipielago, incluso muchas personas tuvieron que salir corriendo a refugiarse al mar.
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Trascendió que el 8 de agosto Keyiro Fuentes estaba en su casa junto a su perrito, pues estaba de vacaciones, y su mamá adoptiva, Luz Vargas, estaba trabajando en una casa, haciendo labores de limpieza en un domicilio cuando al ver las noticias se enteró de que había un gran incendio cerca de su hogar.
El camino para encontrar a su hijo le complicó llegar a tiempo. Entre el tráfico y el fuerte viento evitaron que su llegada fuera de inmediata.
Su gran sorpresa al llegar a su casa fue verla en completas llamas y lo peor fue cuando se dirigió a los Bomberos para preguntarles por su hijo y estos señalaron que no lo habían visto.
Ahí fue el derrumbe de Luz, quien entendió que su hijo había muerto en el incendio.
Cuando el fuego se consumió y la casa fue apagada, tanto los bomberos como su madre se dieron cuenta de que el niño de 14 años había muerto abrazado de su perro en su habitación.
“Todo se había consumido, pero cuando llegamos a su cuarto, él estaba ahí, acostado y abrazando al perro, él no estaba como yo me lo imaginé, ‘para recoger las cenizas’, Dios me lo guardó para que viéramos que era él”, dijo la madre de Keyiro.
“Yo sé que él se está riendo desde el cielo, como él se rió dos días atrás cuando yo le dije: ‘vamos a festejar tus 15 años, vamos a tener muchos invitados’ y él no dejaba de reírse”.