El Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), situado en Támara, Francisco Morazán, Honduras, fue escenario de un infernal motín en el que 41 mujeres terminaron asesinadas, 25 de ellas calcinadas y 16 acribilladas a tiros; la cifra podría aumentar, pues siete reclusas de entre 24 y 62 años fueron trasladadas graves a un hospital.
Algunas de las lesionadas presentan quemaduras y otras, disparos de arma de fuego.
De acuerdo a una investigación judicial, integrantes del Barrio 18 encerraron a sus rivales de la Mara Salvatrucha e incendiaron el módulo 1, sin posibilidad de escapar; testigos afirman que se escuchaban gritos desesperados y algunas internas se treparon por las paredes para intentar escapar, sin éxito.
Al mismo tiempo, otras reclusas les dispararon a quemarropa a sus enemigas en diversos sitios de la prisión, como muestran los videos de seguridad del centro carcelario.
Terribles imágenes de la carnicería se han viralizado; algunas muestran cuerpos totalmente calcinados y con una enorme roca en la cabeza. A las mujeres carbonizadas se les realizarán pruebas de ADN para poder identificarlas, de acuerdo a Yuri Mora, portavoz del Ministerio Público.
Una sobreviviente, previo a ingresar al nosocomio, narró brevemente cómo se llevó a cabo el ataque.
"Se metieron en el módulo con una AR-15 y varias reclusas de la pandilla Barrio 18 ingresaron a las celdas"
Habitantes de la ciudad señalaron a medios locales que escucharon gritos y disparos desde la madrugada; vecinos de los alrededores subieron a redes videos con columnas de humo emergiendo de la prisión.