El futbol está de luto, pues en un estadio de El Salvador se reportó una estampida mortal, la cual acabó con 12 aficionados fallecidos y más de 500 lesionados en un evento ya catalogado como uno de los más mortíferos en la historia deportiva del país.
De acuerdo con la Policía Nacional Civil, los hechos ocurrieron en el Estadio Cuscatlán de San Salvador mientras aficionados se dieron cita para ver un encuentro del torneo local de fútbol entre los conjuntos Alianza y FAS.
El director de la PNC, Mauricio Arriaza, fue quien informó a los medios sobre la desastrosa situación ocurrida en el encuentro futbolero, cuando una estampida de personas se aglomeró en la entrada del estadio para poder ver el partido, en un llamado portazo.
Por lo anterior, al menos 12 aficionados perdieron la vida, mientras otras 500 resultaron heridas por el traumático siniestro. El partido tuvo que ser suspendido mientras los cuerpos de socorro evacuaban a las personas del estadio, con capacidad para 35 mil asistentes.
"Preliminarmente tenemos un resultado negativo de doce víctimas, nueve que están aquí en el estadio y tres más que se nos ha informado están en diferentes centros hospitalarios" declaró a la prensa el director de la PNC, Mauricio Arriaza.
Otras 100 personas en estado de gravedad fueron trasladas a hospitales nacionales y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, algunos con evidentes signos de asfixia y otros "diferentes tipos de traumatismos".
Por lo anterior, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó realizarse una investigación para determinar quiénes son los responsables, advirtiendo que "sean quiénes sean los culpables, no quedarán en la impunidad".
"La PNC y la Fiscalia realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán. Todos serán investigados: equipos, directivos, Estadio, boletería, liga, Federación, etc", consignó Bukele en Twitter.