Un bote de madera naufragó y se estrelló con varios arrecifes en la costa de Calabria, Italia, muriendo 43 migrantes; 80 personas pudieron salir con vida.
La Guardia Costera italiana informó que esta madrugada un bote apenas 20 metros de eslora naufragó en medio de condiciones climatológicas adversas.
La primera ministra Giorgia Meloni lamentó los hechos, pues considera que los traficantes de personas son los culpables, ya que minimizan el valor de las vidas que llevan.
"Es un profundo dolor por las muchas vidas humanas desgarradas por traficantes de seres humanos.
“Es inhumano intercambiar las vidas de hombres, mujeres y niños por el ‘precio’ de un boleto que ellos pagan a cambio de la perspectiva falsa de un viaje seguro”, declaró Meloni.
La ministra aseguró que buscará ejercer presión contra este tipo de labores en botes, en las que los contrabandistas se aprovechan de la necesidad de la gente de cruzar a otros países.
En la playa Steccato di Cutro fueron hallados pedazos de madera del bote y decenas de personas envueltas en frazadas para poder entrar en calor.
Las autoridades llegaron a rescatar tanto cuerpos en el mar como en la playa en un helicóptero y lanchas de motor, además de embarcaciones de bomberos, policía fronteriza y servicio de guardacostas.
Imágenes impactantes
El cadáver de un niño y dos hombres con hipotermia fueron recuperados del mar picado; las imágenes resultaron impactantes por cómo se encontraron. Una lancha logró el rescate.
En los botes de que utilizaron los bomberos en compañía de buzos, fueron extraídos 28 cuerpos, en los que había un bebé de meses de edad.
El papa Francisco lamentó la presencia de niños entre los muertos.
“Oro por cada uno de ellos, por los desaparecidos y los otros migrantes que sobrevivieron”.
No se ha informado la nacionalidad de los migrantes, aunque se sospecha que podrán haber zarpado desde alguna costa de Turquía o Egipto.