Como si se tratara del viejo Oeste, un hombre viejo mató a un migrante mexicano por caminar sobre los terrenos de su rancho, siendo detenido por las autoridades de Estados Unidos en calidad de culpable por el homicidio.
La situación se dio en la frontera de México con Arizona, Estados Unidos el pasado 30 de enero, donde George Alan Kelly, de 73 años de edad, asesinó al mexicano Gabriel Cuen- Butimea, de 48, por presuntamente haber trasgredido su propiedad sin permiso: un enorme rancho con varias hectáreas de territorio.
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En las investigaciones, la policía del condado Santa Cruz halló entre las pertenencia de Gabriel una credencial del Instituto Nacional Electoral (INE), la cual tiene como residencia Nogales, Sonora, lugar que tiene el mismo nombre que la zona donde ocurrió el asesinato.
Tras el asesinato en el rancho de George Alan, la policía arrestó al hombre de tercera edad, y fijó una fianza de 1 millón de dólares. Kelly se encontraba detenido en la prisión del condado Santa Cruz tras su lectura de cargos en el Tribunal de Justicia del condado la semana pasada. Tiene programada otra audiencia en la corte el miércoles.
La abogada local Brenna Larkin, quien fue designada por la corte para representar a Kelly, no respondió por el momento a una llamada en busca de comentarios sobre los cargos en contra del acusado.
Destacó la petición de George Alan, quien pidió volver a su rancho para cuidar a su esposa, su ganado y sus terrenos.
“Ella está allí sola… nadie para cuidarla, el ganado o el rancho”, dijo el anciano estadounidense.