El 31 de octubre es día de la Noche de Brujas y en Estados Unidos es llamado Halloween y se representa en ambos países con una imagen de una bruja, un caldero, una escoba un cuervo o un gato negro.
Pero te has preguntado ¿por qué se relaciona a la escoba con las brujas?
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En la edad Media, la religión católica predominó en el mundo y prácticamente no daba lugar para otra clase de creencia.
Aunado a eso, la Santa Inquisición condenaba a las personas que practicaban algún tipo de ritual de curandería.
Muchas de las personas castigadas, torturadas y asesinadas por “herejía” eran mujeres, puesto que se ligaba al género femenino con la tentación y la cercanía con el Diablo.
Así pues, en la Edad Media, las llamadas “brujas” eran mujeres que estudiaban las propiedades de la herbolaría para curar de malestares a las comunidades.
Durante sus pruebas y errores descubrieron que existía algunas plantas alucinógenas ayudaban a sobrellevar algunas enfermedades.
Probaban en sí mismas las recetas para perfeccionarlas, y fue así como descubrieron que podían evitar los efectos secundarios, creando ungüentos. Fue así como dejaron de ingerir vegetación y la aplicaban vía vaginal.
Para su aplicación, muchas veces se valían de varas.
Cuando el remedio comenzaba a hacer efecto, caían inconscientes, por lo que las personas las encontraban junto a palos de escoba, lo que les generaba temor y las denunciaban.
Cuando eran llevadas a juicio, muchas de ellas declaraban que durante su “viaje” sentían que volaban.