Un sacerdote que había sido arrestado hace 20 años, miembro de una red de pornografía infantil, recibió la autorización de la Diócesis de Coria-Cáceres, España, por el obispo Monseñor Jesús Pulido, el 29 de junio, para estar al frente de dos iglesias, del lugar, mientras que los feligreses desatan la polémica.
El sacerdote identificado como I.L.O., para resguardar su identidad, fue condenado a 16 meses de prisión por intercambiar material fotográfico de contenido sexual de menores, en el 2002, pero salió libre porque no tenía antecedentes y la pena a purgar era menor a dos años.
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Siendo párroco de Casares de las Hurdes (Cáceres), fue uno de los nueve arrestados en una operación policial llevada a cabo en España, Argentina y México, por divulgar material fotográfico de menores.
Pero ahora la Diócesis avala su doble nombramiento por considerar que está "apto para ejercer el ministerio sacerdotal, después de un proceso de rehabilitación y acompañamiento, y tal y como ha demostrado en su paulatina reinserción de los últimos años".
Los pobladores de Almoharín y Valdemorales, en Cáceres, a donde será enviado el párroco I.L.O. han alzado la voz y su descontento por su nombramiento.
En un comunicado el fin de semana, la Diócesis explica que no obstante que I.L.O. estuvo en prisión, el delito tuvo sólo un "carácter informático" y "no hubo contacto ni comunicación con los menores".
Añade que ese delito se cometió hace 20 años y que a la fecha no hay nada más que perseguir puesto que ya cumplió su castigo impuesto, además de que fuera de eso no tiene antecedentes por delitos sexuales.
La arquidiócesis está de acuerdo en que los pobladores tienen sus inquietudes, pero les hace ver que se tomarán las medidas pertinentes para que todas las parroquias sean un espacio seguro para los menores y aclara que la misión del nuevo párroco es solo seglar.
Se mantendrá el dialogo con la comunidad católica de estas poblaciones a fin de que no se presente una situación similar a la de hace 20 años.
En su comunicado, la Diócesis "lamenta profundamente" las acciones que llevó a cabo el sacerdote, "que nunca se han ocultado a la opinión pública. Además, destaca su "firme compromiso en la lucha contra el abuso de menores y con la reparación a las víctimas de esta lacra en la sociedad y en la Iglesia".