Para aquellas personas que sufren de asma y alergias, el polvo del Sahara podría ser una molestia grande. El fenómeno podría afectar la calidad del aire que respiramos.
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Expertos explican que las partículas de estas nubes tienen un tamaño de entre 2,5 y 10 micras, que son las partículas respirables. Entonces, pueden entrar por nariz y boca al momento de respirar y alojarse en la tráquea, en los bronquios o llegar incluso en menor tamaño las 2,5 hasta los terminales, los bronquios y los alveolos en los pulmones.
Polvo del Sahara y las alergias
Las nubes de polvo suelen afectar a las personas que ya padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, el enfisema o la bronquitis crónica, que son parte de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
La OMS explica que estas tormentas cuando logran concentrarse y alcanzar áreas pobladas pueden provocar la aparición de alergias y crisis asmáticas en muchas personas.
Desde hoy volvió el polvo del Sahara en el estado Texas y el Noreste de México.
Polvo no es raro
El polvo del Sahara en la atmósfera no es raro en esta época del año. El polvo proviene del desierto del Sahara, pero eso es solo una parte del fenómeno. Al sur del desierto del Sahara, tenemos el Sahel, que es una región de África.
El Sahel tiene un clima semiárido, lo que significa que es un desierto durante algunas partes del año y en otras partes del año recibe lluvias monzónicas.
Son las lluvias del monzón las que crean ese polvo que se mueve a través del Atlántico y eventualmente cruce sobre Texas y el Norte de México.
Lo que sucede es que las tormentas eléctricas se desarrollan durante la temporada de monzones, que es de mayo a septiembre, y cuando sucede, se desarrollan tormentas y, a medida que colapsan, crean límites de flujo de salida.
Esos límites de salida son solo una gran ráfaga de aire. A medida que ese aire se precipita a través del Sahel y hacia el desierto del Sahara, recoge polvo.
Ese polvo se eleva en el aire y es arrastrado por los vientos alisios y es transportado miles de kilómetros a través del Atlántico.
La alta presión sobre las Bermudas mantiene ese polvo hacia el sur y lo dirige hacia el Caribe y eventualmente hacia el Golfo de México, y eso es lo que nos da los cielos nublados.
Los beneficios
Pero por otro lado, el beneficio de tener el polvo en la atmósfera es que ahoga cualquier desarrollo tropical debido a su capa de aire seco en los niveles medios de la atmósfera.
En resumen, cuando hay aire seco allí, no se pueden desarrollar nubes. El polvo del Sahara debería quedarse durante la próxima semana en Texas y México.