Un ingenioso caso se dio estos días, cuando autoridades reportaron la aprehensión de un criminal paraguayo, quien logró escapar vestido de mujer de la prisión.
César Ortiz, aka el “Gordito lindo”, pensó en varias maneras de escapar del Penal de Tacumbú. Escuchó seguramente la forma en la que Joaquín "El Chapo" Guzmán lo hizo, con una sofisticada red de túneles; sin embargo, a falta de presupuesto, logró ingeniarse algo más económico y también igual de efectivo: disfrazarse de mujer.
Fue el pasado 29 de mayo cuando "Gordito lindo" puso en acción su plan. Con una peluca, algo de maquillaje, uñas postizas, una falda y un brasier logró salir por la puerta principal de la cárcel más importante de Paraguay, ubicada en las márgenes de la capital de Asunción.
Ortíz, segundo del Clan Rotela dedicado al tráfico de crack, aprovechó el día de visita para salir acompañado de otra mujer, quien supuestamente había ido a verlo. El disfraz, presuntamente demasiado bueno como para ser identificado, logró su cometido, saliendo como si nada bajo las grabaciones de las cámaras de vigilancia del penal.
Incluso un guardia le abre la puerta a César, quien agradece como una mujer la acción caballerosa.
La suerte se le acabó pronto, pues solo unas cuadras más adelante fue detenido por los mismos agentes, siendo enviado a la penitenciaria de Emboscada, donde presuntamente su familia ha denunciado que su vida corre peligro.
El ministro de Justicia paraguayo, Édgar Olmedo, comentó sobre el caso, donde señaló una presunta participación de personas dentro del penal para lograr esta fuga.
“Evidentemente hubo contubernio de gente que ingresaron al penal, todo lo que tiene que ver con indumentaria del disfraz y también dentro del proceso de investigación se ve mucha negligencia por parte de los guardias, que raya la complicidad, por lo que tendrán que responder por esos hechos”, declaró Édgar Olmedo.
A pesar de la buena idea y ejecución, el criminal paraguayo que logró escapar vestido de mujer fue detenido solo unas cuadras más adelante, probando por pocos minutos la libertad.
Jesús García