Este miércoles se sumaron 24 muertos en el operativo policial en Favela de Río de Janeiro, donde equipo de la Policía militar realizó la búsqueda de integrantes del "Comando Vermelho" (comando rojo) escondidos en este lugar.
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Con al menos 23 sospechosos y una civil víctima de bala perdida, dicho operativo se convirtió en el segundo más letal de la historia de Río, un año después de la más sangrienta, con 28 muertos en la favela de Jacarezinho.
La incursión policial se extendió 12 horas, generando fuertes tiroteos y provocando el cierre de escuelas y otros servicios públicos en la favela de Vila Cruzeiro. Según el último balance de la Secretaría de Salud de Río, dos supuestos criminales internados fallecieron en la madrugada de este miércoles, mientras otras cuatro personas continúan ingresadas, una de gravedad por un disparo de arma de fuego.
El presidente de Brasil, Jair M. Bolsonaro, felicitó a los agentes involucrados, quienes "neutralizaron a al menos 20 delincuentes ligados al narcotráfico en enfrentamiento, tras haber sido atacados a tiros durante una operación", mediante su cuenta en Twitter.
"Para tener idea del grado de violencia de los criminales, parte de los blancos de la operación fueron responsables de los asesinatos de 13 agentes de seguridad en 2022 (...). 'Especialistas' omiten esas informaciones para demonizar a aquellos que arriesgan su vida por nosotros", defendió Bolsonaro.
La policía incautó en el operativo más de una tonelada de estupefacientes, compuesta por dosis de cocaína, marihuana, crack y otras drogas. Además requisaron 13 fusiles, 20 granadas, 5 pistolas y municiones, informó la fuerza.
A pesar del despliegue policiaco, ningún sospechoso fue capturado.
Las 24 muertes en el operativo policial en Favela de Río de Janeiro hablan de una creciente violencia en las poblaciones más pobres, donde el narcotráfico de drogas y armas son una continua actividad entre las personas.
Jesús García