En el marco del día internacional contra la homofobia, la Transfobia y la Bifobia, se aprobó en Chile cambiar la palabra "mujer" a "persona menstruante", desatando la polémica entre las féminas del país.
Según medios nacionales, la iniciativa fue propuesta por la coalición de Gabriel Boric. La propuesta, explicada por la diputada Emilia Schneider, "ayudarán a visibilizar a quienes biológicamente han nacido con sexo femenino, pero no se identifican con él, y en su defecto han decidido ser hombres trans, personas no binarias, o queer, entre otras variantes de género".
A pesar del objetivo de dicha medida, la misma generó una ola de polémica entre las mujeres chilenas, quienes se han quejado de ser "invisibilizadas", además de haber reducido su feminidad a un proceso biológico como la menstruación. En el enojo colectivo, muchas mujeres también argumentaron como se trata de políticas que incrementarán el gasto público y no ayudarán a las mujeres, ni a los hombres.
En este sentido, la diputada republicana Chiara Barchiesi criticó el proyecto llamándolo "ideológico”, mismo que pretende “controlar el lenguaje” para así “controlar el pensamiento ideológico”. Además agregó como “las mujeres hemos sido borradas e invisibilizadas, cuando son las únicas que atravesamos el proceso biológico de la menstruación”.
El proyecto fue ingresado desde septiembre de 2021 en aquel entonces por la diputada Maya Fernández, donde el articulo señala al Estado de Chile, el cual "reconoce que todas las personas con capacidad para menstruar, independientemente de su condición, son titulares del derecho a una gestión menstrual libre y digna”.
Así mismo, detalla las funciones del Estado en este ámbito:
- Fomentar una buena salud y gestión menstrual para contribuir al bienestar de las personas con capacidad para menstruar y promover, de esta manera, la equidad de género.
- Facilitar el derecho al acceso a productos de gestión menstrual que sean sometidos a un estricto control de calidad con el fin de asegurar que no contengan agentes dañinos que afecten al bienestar de las personas con capacidad para menstruar.
- Fomentar la implementación, para toda la población, de programas de acceso al conocimiento e información veraz y adecuada sobre la menstruación y sus vínculos con la salud.
- Propender a la erradicación de ideas preconcebidas que puedan dar lugar a tabúes y sesgos en relación con la menstruación.
- Promover el uso de productos de gestión menstrual sustentables.
- Facilitar la capacitación de los profesionales de la educación sobre los distintos elementos de la salud y gestión menstrual.
La ley también contempla los productos usados durante este periodo dentro de los insumos requeridos para la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud.
La aprobación de Chile para cambiar la palabra “mujer” a “persona menstruante” generó críticas entre las mujeres del país, quienes se quejaron de la forma tan despectiva de reducirlas a un proceso biológico.
Jesús García