Luego de haberse descubierto a principios del año un gran lote de fórmula láctea infantil contaminada, esta fue retirada de mercado. Sin embargo, el desabasto de la leche en polvo para bebés podría afectar durante meses en Estados Unidos.
El asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese, insinuó este viernes la situación, subrayando la prioridad del gobierno, la cual es la seguridad de sus ciudadanos.
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A la pregunta de si los padres de familia deberían estar preparados para dicha escasez, Deese eludió el tema, sugiriendo "ver cómo progresa en tiempo real".
Inicialmente causada por problemas en la cadena de suministro y la falta de mano de obra, la escasez aumentó cuando en febrero cerró una fábrica del fabricante Abbott en Michigan tras el retiro del mercado de productos sospechosos de haber causado la muerte de dos bebés.
Desesperación entre los padres de familia
Padres y madres ven con desesperación la situación, con contadas porciones, las cuales se acaban rápidamente conforme pasa el tiempo. Este es el caso de Maricella Márquez, quien dio la la última lata de leche de fórmula para bebés en su cocina el martes a su hija de 3 años, con una rara afección en el esófago, teniendo que consumir si o si dicho alimento para estar sana.
Márquez vive a las afueras de San Antonio, Texas, uno de los lugares con el índice más alto de escasez de fórmula en la nación. Con una población mayoritariamente latina, muchas madres trabajan sin prestaciones como seguro médico, laborando incluso al día, con salarios bajos, destinando una gran parte del presupuesto para comprar la fórmula láctea para sus hijos.
En toda la ciudad, los pasillos de supermercado donde había leche en polvo para infantes se encuentran totalmente vacíos, sin una fecha exacta de cuándo volverán a surtir.
A partir de 2018 el mercado estadounidense es controlado por cuatro empresas: Abbott (productor de la marca Similac, líder nacional), Reckitt Benckiser (productor de la marca Enfamil), Nestlé (Gerber) y Perrigo (marcas de tiendas).
La primera tuvo un gran revés en febrero de este año, teniendo que cerrar su mayor planta productora debido a los casos de infantes intoxicados con la fórmula láctea preparada en dicho lugar.
Desde el 24 de abril, 6 Estados en la nación americana reportaron un gran desabasto de fórmula para bebés superiores al 50 por ciento: Iowa, Dakota del Sur y Dakota del Norte (entre 50-51 por ciento), Misuri (52), Texas (53) y Tennessee (54).
Esta situación desató, lamentablemente la rapiña entre vendedores privados, quienes venden por el doble y hasta el triple una lata de leche en polvo para infantes.
Los hospitales instan a las mujeres a extraer más leche materna o amamantar a sus hijos para afrontar esta escasez, sin embargo, para muchas mujeres esto no es una opción, como Márquez, quien necesita dar a su hija una dieta especial debido a su condición.
Otro caso es el de Carrie Fleming quien vive en Pell City, Alabama y tiene que alimentar a su hija de 3 meses Lennix. A pesar de haber intentado amamantarla, no pudo producir suficiente leche; aunado a esto, la pequeña presentó alergias graves a 9 distintos tipos de fórmulas lácteas: le salieron sarpullidos, lloraba constantemente y vomitaba todo lo que comía.
La única fórmula digerible fue una tipo hipoalergénico llamado PurAmino, la cual no logra conseguir en ningún lugar. Su búsqueda se fue hasta Florida, Ohio, entre otros Estados, recibiendo una notificación en una publicación de Facebook sobre 4 latas pequeñas del alimento en un depósito en New York , por 245 dólares.
Esta situación se vuelve cada vez más insostenible para los padres de familia, quienes enfrentan el desabasto de leche en polvo para bebés, el cual podría afectar durante meses en Estados Unidos.
Jesús García