En Perú se a presentado un hecho insólito. La familia Céspedes fue víctima de un terrible accidente automovilístico donde murieron dos adultos y tres menores resultaron gravemente heridos.
Entre las personas que fueron reportadas como fallecidas se encontraba Rosa Isela Céspedes de 36 años, quien era velada por sus seres queridos en el cementerio 'El Carmen de Ferreñafe' ubicado en la ciudad de Chiclayo, todo parecía transcurrir con normalidad hasta que los familiares de la finada comenzaron a escuchar ruidos provenientes del interior del ataúd.
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Alarmados por estos 'ruidos' decidieron abrir la caja para percatarse que; Rosa Isela presentaba notables señales de vida, por lo que sus familiares y los presentes pidieron el auxilio de las autoridades.
"Abrió los ojos y estaba sudando. En ese momento fui a mi oficina y procedí a llamar a la policía", señaló el administrador del cementerio, Juan Segundo Cajo, para medios locales.
Ante el llamado arribaron las autoridades y el personal médico, mismo que tomó sus signos vitales en el lugar de los hechos, encontrando que tenía muy bajos niveles de oxigenación además que se percataron de la existencia de presión arterial muy por debajo de los rangos saludables.
De inmediato los policías levantaron el féretro y llevaron a la mujer al Hospital Referencial de Ferreñafe, en donde se le brindo la debida atención médica, sin embargo la historia finalmente llegó a su fin cuando horas más tarde se confirmó de manera oficial la muerte de la mujer, a quién finalmente se le dió sepultura.