Para muchas modelos representaba una aspiración el formar parte de las conejitas de Playboy, gracias a la imagen que proyectaban llena de lujos, glamour y comodidades, sin embargo quienes pasaron por la experiencia parecen tener un testimonio bastante diferente.
Karissa y Kristina Shannon son un par de gemelas que formaron parte de la 'familia Playboy' su vida perecía ser color de rosa, sin embargo tras la muerte de Hugh Hefner han decidido sacar a la luz los múltiples abusos y vivencias que pasaron mientras vivían en la mansión de Playboy junto con el reconocido hombre.
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Mediante algunas declaraciones las hermanas Shannon han recordado con desagrado la convivencia con Hugh Hefner, misma que les dejó un estrés postraumático y problemas de una profunda depresión que en la actualidad la tratan con terapia.
"Él actuaba como si fuera tu dueño. Si rompíamos sus reglas, seis guardias nos arrastrarían a nuestra habitación y no nos dejarían salir. Hef lo llamaba 'arresto de HMF', por sus iniciales. Se aprovechó de las jóvenes vulnerables como nosotras. Te ofrecería el mundo y luego te mantendría atrapada en su casa, que era como una prisión de oro", declaró Kristina a Sunday Mirror.
Dos años de cautiverio.
Las hermanas relatan que por dos años se encontraron bajo la 'posesión' del millonario, mismo que las utilizaba para distintas prácticas sexuales, controlando su vida, salud y emociones; durante su estancia en el lugar fueron testigos de abusos, prácticas ilegales como el uso de drogas e injusticias.
Klarissa relató para los medios que a los 19 años quedó embarazada de Hug Hefner, quien en ese entonces tenía 83 años, existiendo así una diferencia de edad de 64 años entre los dos.
"Encontré una clínica en Los Ángeles para hacerme un aborto. Hice que las personas de seguridad de Hef nos dejara en el centro comercial, fingiendo que íbamos a ir de compras. Luego llamé a un amigo para que nos recogiera. Pudimos mantenerlo en secreto", comentó.
Las hermanas Shannon cuentan que para ellas la muerte del millonario representó una liberación, tanto para una parte de su pasado, como para muchas jovencitas que ya no serían lastimadas por el hombre.
"Ya no arruinará a más chicas como a nosotras. Pensé que Playboy era una gran familia, ahora puedo ver que era un culto". -Declaró Karissa.