Desde los besos de piquito, los besos en el cachete, los besos de esquimal, o los franceses, son la forma más tierna y bella de demostrar tu cariño a una persona especial, y hoy es el Día Internacional del Besos, aquí te dejamos unos datos interesantes.
A pesar de celebrarse a nivel mundial, el Día Internacional del Beso no está reconocido por la Unesco, pero su historia comenzó el 2013, cuando una pareja de origen tailandés obtuvo el récord del beso más largo del mundo, con un tiempo de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, durante los cuales sus bocas estuvieron unidas. De esta forma los dos tailandeses rompieron su propio récord logrado el año anterior cuando su beso había durado 46 horas.
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El beso es protagonista en todas las artes, la literatura, la poesía, la pintura, la música o el cine, con más o menos éxito, pero en todas sus facetas, se cuentan por miles las escenas o melodías inolvidables que logran erizar la piel y desear introducirnos en una historia ajena.
Cuando besamos utilizamos hasta 36 músculos, y el músculo del corazón pasa de un estado de reposo a acelerarse en sólo breves instantes. La acción de besar produce una liberación de hormonas, tales como la oxitocina, cuya función es la de promover la interacción social y sentir emociones positivas; la dopamina, también llamada “hormona del bienestar”, que actúa favoreciendo el sentimiento de alegría y placer, y la serotonina, que ayuda a mantener en equilibrio los estados de humor.
En su ejercicio, también la saliva de los humanos interviene en ese estado de enajenamiento, ya que contiene hormonas sexuales como la testosterona, y la mucosa de la boca es sensible a estas hormonas que nos permiten reconocer si esa otra persona realmente nos atrae sexualmente.