Algunos no logramos entender el arte de algunos artistas, sin embargo, esto no es excusa para modificar su obra de alguna manera. Un guardia de seguridad de una galería en Rusia, se sintió tan inspirado que pintó ojitos a una obra valuada en un millón de dólares.
La obra intervenida es la pintada por la artista rusa Anna Leporskava, llamada “Three Figures”, la cual pintó en el siglo XX y estaría presente en la exposición “El Mundo como no objetividad”.
En alguna de sus rondas nocturnas el guardia, presumiblemente aburrido, tomó un bolígrafo y pintó ojitos a las dos caras visibles en la obra. No fue sino hasta el 7 de diciembre cuando los visitante de la galería alertaron al personal de unas "figuras extras", las cuales no estaban originalmente en la pintura.
Alexander Drozdov, director ejecutivo del centro artístico, declaró los resultados de las investigaciones, encontrando el origen de los dichosos ojos, los cuales fueron marcados por un guardia de seguridad privada, contratado por la misma galería de arte.
La empresa destinada para la protección de los objetos en el recinto tendrá que pagar por los daños a la obra y la restauración, los cuales ascienden a cerca de 3 mil dólares. En tanto el empleado, un guardia de avanzada edad, está siendo buscado para aclarar la situación, aunque no haya mucho que declarar en esta acción.
Por su acto hacia la obra, la policía ya lo busca por vandalismo; de ser encontrado, podría pagar una multa de más de 500 dólares, así como un año de trabajos forzados.
Afortunadamente la obra, valorada en un millón de dólares aproximadamente, puede ser restaurada al momento antes de sufrir la intervención de la pluma, la cual no penetró las capas de la pintura y se quedó sobre la superficie. Sin embargo, la restauración costará un poco de dinero, mismo que será pagado por la empresa que contrató al guardia de seguridad inspirado.
Jesús García