Una pequeña ha sido la protagonista de una increíble historia de supervivencia, como si se tratara de una película de ciencia ficción, se enfrentó a una bestia de las profundidades del mar y peleó por su vida con la enorme criatura, saliendo victoriosa.
Los hechos se presentaron en Estados Unidos, en las costas del Estado de Florida, donde la menor identificada como Jasmine Carney de 10 años de edad vivió una pesadilla vuelta realidad cuando disfrutaba de un tranquilo día en la playa con su abuela.
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La pequeña y su abuela, Stephanie Carney acudieron a pasar una tranquila tarde en las costas de la ciudad, Jasmine como toda niña se apresuró a sumergirse en las aguas tranquilas del mar, pasando de un reconfortante día mientras chapoteaba a la orilla de la playa.
Todo parecía ser tranquilidad y diversión hasta que la menor pasó de un estado de tranquilidad a la preocupación, pues algo enorme estaba pasando por debajo de su cuerpo, seguido de un intenso dolor en una de sus piernas.
De inmediato la menor nadó a toda velocidad, llegó a la orilla de la playa para encontrarse con su abuela, Stephanie Carney se percató de inmediato de que su nieta estaba rodeada por un charco de sangre mientras se acercaba a toda velocidad a la orilla; “¡Algo me mordió!”, gritó la niña.
La abuela llamó a los guarda costas, quienes contactaron con la ayuda necesaria ante la situación de riesgo, de inmediato, una unidad aérea llegó y trasladó a Jasmine en helicóptero hasta el Centro Médico Regional St. Mary’s.
Niña valiente
El cuerpo médico hizo hincapié en que la menor siempre pareció estar tranquila y no presentó ningún ataque de pánico, esto a pesar de que su pie parecía estar destrozado y estaba completamente cubierto de arena.
Las heridas de la pequeña eran muy profundas y gracias a la astucia de los médicos el pie de la menor fue salvado, a pesar de que los huesos, tendones, vasos sanguíneos y nervios quedaron al descubierto, un hecho del que se percataron luego de la limpieza de la arena.
El tiburón la mordió en varios lugares del pie, no fue solo un mordisco. Creo que la mordió, la soltó, la mordió otra vez y luego la soltó. Al menos tres o cuatro mordiscos.
¿Cómo se salvó?
La menor confesó que cuando se dio cuenta de lo que ocurría su instinto de supervivencia le dijo que debía de defenderse, por lo que con toda la fuerza que pudo pateó al animal.
Algo me mordió, parecía bastante grande y era gris. Me dolía, así que pensé, patéalo... traté de patearlo, quitar mi pierna y finalmente la soltó.
Finalmente en el hospital la menor fue sometida a una cirugía para la reconstrucción de su pie, este procedimiento necesitó de 100 puntadas. Los médicos afirmaron que el funcionamiento de su pie regresará a la normalidad pronto, el único punto negativo serán las cicatrices desagradables que quedarán en su piel, aunque serán un recordatorio de su valentía.