Un guardia de seguridad de un hospital argentino vivió una experiencia aterradora, al conversar aparentemente con otra persona que llegó al lugar mientras se encontraba de su turno. Pero lo que no esperaba el guardia era que al checar las cámaras de seguridad, nadie aparecía en el supuesto diálogo con él, lo que lleva a pensar que platicó ¡con un fantasma!
Esto sucedió el sábado pasado en el Sanatorio Finochietto, en Argentina, un centro asistencial privado que presta servicios de cuidado y atención en maternidad y patologías clínico quirúrgicas.
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En el video se observa cuando se abre la puerta eléctrica y el guardia de seguridad se levanta para recibir al visitante, a quien le estuvo “tomando su datos” mientras esperaba en la recepción.
Luego el vigilante va en busca de una silla de ruedas que está en la parte trasera de la recepción, pero continúa platicando con la presencia que en el video no se aprecia, ya que no se ve que esté otra persona más, además del atento guardia de seguridad.
El guardia va hacia un escritorio para dejar su bitácora donde apuntaba los datos del visitante y va en dirección donde se encuentra la silla que prepara para llevarla a la recepción donde supuestamente está la persona esperando entrar.
Ahí, el guardia vuelve a interactuar con el visitante para indicarle que tiene la silla.
Al final, el hombre regresa la silla de ruedas a su lugar original y al parecer, el vigilante observa que la persona entra a otra entrada del nosocomio y se lleva su mano derecha en su nuca en un movimiento desconcertado.
El video termina y ya no se pudo apreciar que fue lo que sucedió con la supuesta presencia en el lugar.
Lo que vio el guardia
El guardia de seguridad declaró que ese día una señora de muy avanzada edad ingresó al Sanatorio Finochietto, la cual le pidió que iba a ir a la habitación 915 ubicada en el piso nueve, ya que iba a buscar algo que había olvidado cuando estuvo internada ahí.
Antes de que se fuera hacia al cuarto le ofreció que usara una silla de ruedas.
Luego de que pasó mucho tiempo y no veía a la señora que regresara, el guardia llamó a los otros trabajadores de la clínica para que constataran que todo iba bien con la anciana.
La respuesta que recibió lo dejó pasmado, ya que le informaron que la mujer nunca había llegado al noveno piso y los datos que le había dado a él coincidían con los de una señora que había muerto en esa habitación, la 915, tres horas antes.
Tras revisar los videos, el guardia se dio cuenta que estuvo hablando a la nada.