Un puma atacó a Cason Feuser, un niño de ocho años, quien había ido de campamento con algunos amigos. Milagrosamente el menos salió con vida.
Fue la mamá de otro de sus compañeros la que, alertada por uno de ellos, corrió y descubrió el momento en que el felino aprisionaba con sus colmillos el cráneo del menor.
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Su primer instinto fue tomar una piedra y lanzárselo al puma, el cual soltó a su presa y huyó del lugar del accidente.
El hecho sucedió en Alberta, Canadá, cuando varios niños fueron de campamento, y en compañía de su amigo se dirigió a un río cercano para atrapar ranas.
En un momento dado, el segundo niño voltea a ver a Cason, en el momento que es atacado por el puma. La mamá del primero, de nombre Alishea Morrison llegó justo en el momento preciso para evitar que el felino matara al chico y se lo llevara dentro del campamento para devorarlo.
Su instinto de madre
“Miré al puma y reaccioné como lo haría cualquier madre, agarré una piedra y golpeé al puma en la cabeza. Salió disparado hacia la casa rodante y luego mi perro Jersey lo ahuyentó de los niños”, dijo.
Al enterarse, los padres del niño, Chay y Corey Feuser, se trasladaron al campamento y enterados de la situación, agradecieron a Morrison por haber salvado al niño del ataque.
“Vio al puma sacudir a Cason para tratar de romperle el cuello, así que estaba segura de que si hubiera tardado un segundo más, el puma se habría ido al bosque con él", dijeron.
Tras detener el sangrado que habían dejado los colmillos en el cráneo del niño, fue trasladado al Stollery Children’s Hospital, donde lo intervinieron quirúrgicamente, siendo reportado como grave. Tiempo después, el niño logró una recuperación casi completa.
Luego de tres meses del ataque del felino, el niño se recupera con base en masajes y tratamientos especiales, sin embargo, le quedaron algunas secuelas y cicatrices.